Sociedad

Un otoño cálido y húmedo en Castilla y León

El verano que termina ha sido el tercero más caluroso desde que hay registros, según la Aemet, con 40 días por encima de los 30 grados

Ola de calor en Valladolid
Ola de calor en Valladolidmir_icalAgencia ICAL

Este próximo sábado 23 de septiembre, a las 8,50 horas, comenzará oficialmente el otoño en el hemisferio norte, según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional, ya que la duración del día y la noche este sábado prácticamente coinciden.

Una nueva estación que se prolongará durante los meses de octubre, noviembre y diciembre que se avecina más cálida de lo habitual pero también húmeda, lo que es una buena noticia ante la sequía que está azotando a España en los dos últimos años, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

El otoño llega a nuestras vidas tras un verano especialmente cálido. De hecho, el periodo estival de este 2023 ha sido el tercero más caluroso de la historia en Castilla y León desde que hay registros, solo superado por los de 2022 y 2003. O lo que es lo mismo, por el verano pasado y el de hace veinte años.

Un verano que, además, ha sido húmedo, sobre todo en el mes de junio, con una diferencia entre la precipitación registrada en el sexto mes de este año, con un superávit del 121 por ciento, y la correspondiente a los meses de julio y agosto, ambos con déficit de lluvias, con un 70 y un 83 por ciento respectivamente

La delegada del Gobierno, Virginia Barcones, ha dado este lunes a conocer estos datos, a los que hay que sumar unas temperaturas medias registradas entre junio y agosto por encima de lo habitual. En concreto, de 1,2 grados centígrados, con un verano muy cálido en la mayor parte de la Comunidad, aunque principalmente en la mitad oeste de Castilla y León.

Por ejemplo, en la provincia de Ávila la temperatura media fue de 21,6 grados, 1,5 por encima de su valor normal tomando como referencia el periodo 1991-2020.

Asimismo, Barcones explicaba que a lo largo de estos tres meses, junio-agosto, hubo 40 días en los que los termómetros superaron los 30 grados, trece menos que en el verano de 2022.

La temperatura más alta, 44,1 grados, se registró el 23 de agosto en la localidad burgalesa de Miranda de Ebro, en plena ola de calor, mientras que el municipio segoviano de Cuéllar tiene el privilegio de haber registrado la temperatura mínima más baja, con 1,5 grados el pasado 28 de agosto.

En cuanto a las precipitaciones, Zamora registró el pasado 9 de junio lluvias con una intensidad de 85,2 litros por metro cuadrado en una hora, mientras que en julio registro 0 litros.

La precipitación media, teniendo en cuenta todas las estaciones ha sido de 87,4 litros por metro cuadrado, lo que ha supuesto un superávit del 16 por ciento.