La peculiar expresión con la que te contestaría un burgalés si le enfadas y que no deja indiferente a nadie

Burgos es una preciosa capital de provincia de Castilla y León conocida por su imponente catedral, por su excelente gastronomía y la afabilidad y buen hacer de sus gentes, muy campechanas y sociables, pero también y sobre todo por el frío que siempre suele hacer, incluso en verano.

De hecho, cuando anochece en pleno mes de julio o agosto incluso nunca sobra una chaqueta, caazdora vaquera o sudadera para pasar el final del día o la madrugada.

Burgos es la ciudad industrial por antonomasia de Castilla y León pero también es, como capital de provincia castellana, un lugar en el que se habla a las mil maravillas la lengua de Cervantes o castellano que, como diría el Premio Nobel Camilo José Cela, es el bello español que se habla en Castilla.

Y es que España es un país que puede presumir de idioma que hablan más de 600 millones de personas en el mundo y con una diversidad tremenda, que se manifiesta en los grandes lenguas cooficiales como el valenciano, el gallego, el catalán o el vascuence pero también en las variantes locales del léxico que son únicas de cada región.

Sin embargo, dentro de cada comunidad hay también una ingente variedad de palabras que se usan de forma habitual en según qué zonas, por lo que se puede crear como una especie de dialecto propio a través de ellas. Y una de estas palabrejas que se usa en Burgos y alrededores, tan original como desconocida para el resto de españoles, es "Katxi" y hace referencia a un vaso pequeño.

Otra palabra que sorprende a los miles de turistas que se acercan cada año a Burgos es "apechusques", que para un burgalés de pro son los objetos personales.

Luego hay varias expresiones que utilizan de forma coloquial los burgaleses que también llama la atención del resto de España que a veces tienen que acudir casi casi a un traductor. Como por ejemplo cuando decir que algo no está saliendo como se esperaba, y que un burgalés que se precie diría que "esto va como la puerros".

"Dar una somanta o sobar la badana", que no es otra cosa que pegarle una buena paliza a alguien; "estar calamocano", que para un burgalés es estar borracho o bebido; o "pa’ ti la perra gorda", que es cuando una persona deja a otra por imposible debido a su cabezonería, son otras expresiones típicas que salen de la boca de un burgalés como Dios manda.

Pero, sin embargo, hay un tópico molesta sobremanera a los autóctonos de Burgos. ya que no les gusta nada de nada y suelen enfadarse e incluso sacar lo peor de sí cuando un forastero la menciona. Por ejemplo, cuando les dicen que los burgaleses con fríos como el hielo, como una forma de decir que son cerados y distantes, cuando suele ser lo contrario, ya que son personas sociales y campechanas y con don de gentes.

Sin embargo, un buen burgalés siempre tiene otra expresión preparada para utilizar en estos casos, no menos curiosa y original, y nunca falla: untar el morro.

Una frase con la que quieren decir a una persona que les ha molestado que como no se calle o se retracte de lo que han dicho le van a dar un buen escarmiento por meter las narices donde no le llaman. E incluso a veces se añade “con tocino”.