¿Sabías que existen estos museos únicos a la vez que originales?

Coincidiendo con el día de los Museos que se celebra este jueves, 18 de mayo. desde LA RAZÓN les invitamos a conocer una serie de museos únicos, a la vez que originales y que se pueden encontrar en pequeñas localidades de Castilla y León. Merece la pena visitarlos y más en estos municipios abiertos al público que ofrecen un sinfín de posibilidades turísticas a la vez que culinarias. Empezamos.

Museo de los Aromas (Santa Cruz de la Salceda)

Arrancamos en la pequeña localidad burgalesa de Santa Cruz de la Salceda. Allí nos encontramos con el único Museo de toda Europa dedicado a los Aromas. Un centro lúdico pero también de investigación. Allí uno se puede impregnar de los olores del recuerdo, de aquellos aromas sanadores, los que avisan del peligro, del vino o del queso o del café, con sabor a aceite, perfumados...

Como si de un juego se tratara el visitante debe ir reconociendo los olores que impregnan las distintas estancias de este coqueto museo, que también hace un somero repaso de los olores de la antigüedad hasta nuestros días.

El Museo supone un destino fantástico para todo tipo de personas. Gracias a una colaboración inicial de Fundación ONCE, todos los letreros del Museo de los Aromas se encuentran traducidos a braille. Un museo único, sorprendente, atractivo y original. Un proyecto de futuro que mezcla la cultura con la investigación, ya que colaboran con él científicos del CSIC, la Sociedad Española de Otorrinolaringología o los creadores españoles de la nariz artificial más pequeñas del mundo.

Museo del Orinal (Ciudad Rodrigo)

Segunda parada en Ciudad Rodrigo. Allí nos encontramos con el Museo del Orinal. Son más de 1.300 piezas las que conforman este curioso museo. Los hay de todo tipo y de 27 países diferentes, de hombre, de mujer, de viaje, de distinta época, desde miniaturas de casas de muñecas hasta bacines de más de medio metro. Y de todo tipo de material: cerámica, latón, hojalata, porcelana, cristal, hierro, oro, platino, pintados a mano. También sirve para ver cómo el orinal ha ido evolucionando con el paso de la historia. En la antigüedad era oblongo, luego cilíndrico y los más modernos “globulosos”.

Un Museo que ha ido creciendo a lo largo de los últimos 30 años gracias a los regalos y donaciones realizadas por familiares y amigos de José María del Arco “Pesetos”. Una pasión que arrancó allá en los años 80, cuando un amigo encontró un par de ellos encontrados en unas reformas en un edificio de la localidad salmantina. Así nació una pasión, que es un espacio de la historia de Nobles, Caballeros y Doncellas, Monjes, Curas, Reyes y Princesas, cuyas “reales” posaderas tuvieron que aposentar aquí. “Caga el Rey, caga el Papa, de cagar nadie se escapa”, dice el refrán.

Museo del Chocolate (Astorga)

No te puedes perder este particular museo si eres un goloso. Una colección museística en Astorga que alberga piezas únicas relacionadas con el mundo del cacao y del chocolate y que deleita al visitante los cinco sentidos. Irresistible y todo un peligro. Todo hay que decirlo.

Son nueve espacios donde se puede ver piezas relacionadas con la publicidad del chocolate, los orígenes del cacao, su historia y las principales características de este producto. Después pasamos a cómo se ha ido elaborando este producto a lo largo de la historia y las máquinas utilizadas, donde no falta un vídeo explicativo, para acabar conociendo a las familias chocolateras más destacables de Astorga y que fueron distribuidores de la Casa Real de Madrid. Y para acabar no puede faltar una apetitosa cata-degustación.

Museo del Pan (Mayorga)

El pan siempre ha sido un elemento común en toda la historia de la humanidad. Por eso, en plena tierras castellanas la Diputación de Valladolid decidió crear un espacio dedicado exclusivamente a él. A conocer mejor sus variedades, su elaboración, su historia y todas las ventajas que tiene la buena alimentación.

Un museo que también ha servido para revitalizar los pequeños pueblos de Castilla y León, en este caso el de Mayorga, donde el visitante también puede convertirse en panadero por un rato gracias a los talleres que se realizan. Una experiencia única y muy, pero que muy sabrosa.

Museo del Juguete de Hojalata (Candeleda)

¿Quién no ha vivido una infancia de hojalata? Pues las nuevas generaciones seguro que no. Hay que remontarse años y años atrás para ver cuáles eran los juguetes con los que disfrutaban nuestros padres y abuelos, si había suerte.

Coches, carruseles, muñecos. Más de 1.200 juguetes nos esperan en la pintoresca Casa de las Flores de Candeleda (Ávila). Un viaje al pasado acompañado también por utensilios rescatados de anticuarios y feriantes como planchas, gramófonos o máquinas de coser.

Museo de Gigantes y Cabezudos (Puebla de Sanabria)

La localidad zamorana de Puebla de Sanabria cuenta con numerosos tesoros. Uno de ellos y muy desconocido es el Museo de Gigantes y Cabezudos. Considerada una de las mejores comparsas giganteras de España, su tradición se remonta al año 1848, fecha en la que se tiene constancia de la presencia de las figuras de la Negra y el Chino.

A lo largo de los siguientes años se han ido incorporando piezas como el Zapatero y la Zapatera, los Reyes, los Condes de Benavente y todos acompañados por figuras más pequeñas, los Cabezudos que representan seres mitológicos, personajes literarios hasta guardia civiles o el propio Napoleón.

Se puede ver a todos desfilando los días 7 y 8 de septiembre el la jornada de festividad y acompañando a la patrona de la villa.

Museo del Encaje (Tordesillas)

Este museo, en la localidad vallisoletana de Tordesillas surgió hace más de 30 años por recuperar los encajes históricos de Castilla y León que se encontraban en proceso de extinción. Situado en una casa del siglo XVII, de trata de un museo vivo y muy didáctico que nos habla de su historia, diseño o técnica.

El museo cuenta con cinco salas donde se ven encajes eruditos y populares de la Comunidad, pero que se ven complementados con piezas u obras de otros países, así como con utensilios de otras épocas para la transformación de textiles.

Bordados, indumentaria, piezas litúrgicas, paños de ritual o ajuar doméstico, son algunas de las de piezas originales que aquí se pueden encontrar.

Museo del Botijo (Toral de los Guzmanes)

El castillo-palacio de Toral de los Guzmanes en León, acoge la que está considerada la mayor colección de botijos del mundo. Cerca de 2.400 piezas expuestas y gracias a la labor de recopilación de Jesús Gil-Gibernau. En su mayoría son adquisiciones pero otras piezas son donadas.

Una amplia colección, que van desde los populares botijos de verano de arcilla blanca o roja, hasta un amplio catálogo de colores, tamaños y formas que llegan a rozar lo insólito pero todos con ellos con los tres elementos fundamentales: boca para llenarlo, pitorro para beber y un buen asa.

Y lo hay de de distintos tipos y material, de cristal, de vajilla, de madera y metal hasta de corcho.

Museo del Cerdo (El Burgo de Osma)

Este Museo surge a raíz del comienzo, allá por los años 70 de las Jornadas Rito-Gastronómicas de La Matanza. La familia Martínez Soto ha ido recopilando por todo el mundo una ingente cantidad de objetos relacionados con el mundo del cerdo, donde no falta un cuadro del insigne pintor Vela Zanetti.

Son 700 metros de exposición donde se explica el rito de la Matanza, los datos biológicos del gorrino, su presencia a lo largo de diferentes épocas y culturas, o sobre qué religiones prohíben su consumo. Tampoco falta un espacio para los más pequeños, donde se dan cita talleres y juegos.