Sociedad

Día Mujer Emprendedora: Invertir más en las mujeres para dar futuro al medio rural

Además, se piden nuevas medidas que favorezcan el emprendimiento femenino

La ingeniero agrónomo de Santa Cecilia del Alcor y de Valdespina (Palencia), Blanca Martín, creadora de una cuenta de Instagram para visibilizar a la mujer en el mundo rural
TradeCyL reivindica el papel de las mujeres emprendedoras y alza la voz contra su infrarrepresentaciónBrágimo/IcalAgencia ICAL

En el Día Internacional de la Mujer Emprendedora, la asociación de personas autónomas dependientes TradeCyL reivindica el papel de las mujeres que lideran e impulsan proyectos empresariales y alza la voz frente a los obstáculos y a las dificultades que aún persisten en el emprendimiento femenino, así como contribuir a su empoderamiento y a la erradicación de las desigualdades.

Las mujeres autónomas personas físicas representan un 31,9 por ciento frente al 68,1 por ciento de los hombres mientras que a nivel estatal las mujeres representan el 36,60 por ciento, según los datos publicados por el Ministerio de Trabajo.

Estos datos, en opinión del sindicato, reflejan la infrarrepresentación de las mujeres en el Trabajo Autónomo.

Trade CyL considera esencial incluir la perspectiva de género en las políticas públicas y en las medidas dirigidas al colectivo de personas trabajadoras autónomas, con el fin de paliar las desigualdades, erradicar la precariedad y lograr una participación equitativa de las mujeres en los órganos de representación.

En Castilla y León el sector agrícola y ganadero tiene un gran peso, dedicándose a él el 27,3 por ciento de las personas trabajadoras autónomas, mientras que en el conjunto del país las personas trabajadoras autónomas ocupadas en este sector representan el 10,68 por ciento. En un sector tan importante en esta Comunidad, tan solo un tercio de las mujeres ocupadas en este sector son titulares de una explotación agraria.

Mujeres rurales

Desde Amfar-Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural, por su parte, llaman a reconocer la valentía, el talento y la fortaleza de tantas mujeres rurales que han dado el paso para liderar su negocio en el pueblo que las vio nacer y de aquellas que abandonaron la ciudad para apostar por el campo. Tanto unas como otras, son claves para frenar uno de los grandes retos que debemos afrontar en este siglo XXI: la despoblación.

"En AMFAR somos conscientes de que las mujeres son esenciales para el mantenimiento y el desarrollo sostenible de la vida y riqueza en el ámbito rural. Por este motivo, trabajamos para conseguir que las mujeres cuenten con las herramientas necesarias para facilitarles el emprendimiento. Deben contar con oportunidades de formación, cualificación, capacitación y de medidas efectivas que permitan la conciliación de su vida personal y profesional, y así, poder asegurar el futuro de nuestros pueblos, que en el 42% de los casos se encuentra en grave peligro de despoblación",apuntan.

Recientemente, el Observatorio de Emprendimiento publicaba un estudio sobre “Emprendedoras Rurales en España”, en el que queda patente que son ellas, las propias mujeres, las que en un 79% de los casos perciben la necesidad de autoemplearse para poder quedarse a vivir en sus pueblos.

Este mismo estudio constata que en torno a un 20% de las mujeres rurales se encuentra inmersa en alguna de las fases del proceso emprendedor y más del 8% cuenta con un proyecto laboral ya consolidado, una cifra tres veces superior a la que se recoge en entornos urbanos.

"En la mayoría de los casos, recuerdan desde Amfar, son las mujeres las que se ponen al frente de empresas familiares y si deciden invertir en otro negocio, la apuesta mayoritaria se dirige hacia el sector servicios o el agrario.

"La actividad emprendedora de las mujeres es vital para afrontar el reto demográfico, pero también, para hacer frente a otros desafíos de gran calado como son la masculinización, el envejecimiento, la falta de oportunidades de empleo y el desigual acceso a servicios públicos e infraestructuras", señalan.

En la última década, las mujeres jefas de explotaciones agrarias han aumentado un 22%, mientras que los varones jefes de explotación han disminuido un 15%. Además, el 38% del total de los perceptores de las ayudas directas de la PAC son mujeres y contamos con más de 1.200 mujeres que comparten la titularidad de la explotación agraria con su marido o pareja.

"Y es que no es posible hablar de futuro sin hablar de campo, y sin mujeres no hay campo, ni desarrollo rural. Por tanto, o se invierte en las mujeres o no hay futuro para el ámbito rural", finalizan desde Amfar.