Cataluña
Las obras de arte que se ríen del coronavirus
Irene Llorca, Emma Calvo y José Guerrero reúnen en instagram en la cuenta Covidartmuseum, la primera galería virtual que reúne las creaciones que se están realizando actualmente en época de confinamiento
Roy Lichtenstein vivió una Guerra Mundial, pero nunca tuvo que enfrentarse al confinamiento por el coronavirus. Leonardo da Vinci sobrevivió a la peste y las numerosas guerras italianas, pero tampoco tuvo que vivir más de 40 días encerrado en su casa. Vermeer puede haber sido el gran antropólogo de interiores del siglo XVII, pero siempre parecía pintar sus cuadros desde fuera, no desde dentro, como ahora tendría que hacer con el COVID-19. El arte siempre responde a su contexto, irremediablemente, y es imposible que este extraño arranque de 2020, que ha cambiado por completo el paradigma de nuestra realidad, no influya a nuestros artistas contemporáneos.
En marzo abría el Covidartmuseum, la primera galería abierta en tiempo de confinamiento y, por tanto, online. Tres publicistas barceloneses, Irene Llorca, Emma Calvo y José Guerrero tuvieron la idea de abrir una cuenta en instagram e invitar a todos los artistas del mundo a colgar sus obras, creadas en tiempo de confinamiento. De esta forma, empezaron a reunir desde una Mona Lisa con papel higiénico en la mano a el famoso “El Beso” de Lichtenstein, pero con mascarillas o cómo serían hoy día las protagonistas femeninas de los cuadros de Vermeer.
La vida, a veces, cierra puertas, pero abre ventanas, y estos tres creativos publicitados, empezaron a ver un nexo común entre todas las obras que sus amigos artistas, y otros conocidos, estaban creando en ese momento. Entonces les vino la idea de crear una especie de archivo común que reuniese todas aquellas obras y empezar a llamar a todos los artistas para darles la libertad de colgar sus obras en su cuenta. Lo que empezó casi como una idea al azar ha acabado por atraer a 28.000 personas con más de 300 obras de más de 50 países, de España a Estados Unidos pasando por Brasil o Portugal. “Cuando todo pase habrá testimonios, datos y cifras de contagiados y fallecidos y estudios de cómo afectó económicamente el virus en cada país. Nosotros queríamos recoger el testimonio emocional de cómo afectó el virus a las personas, la expresión de lo que vive uno cada día”, explica Guerrero.
El museo está abierto a todo tipo de piezas, desde pintura a fotografía, collages o simples composiciones por ordenador. No busca ser un prescriptor de tendencias o un certificado de valor, sino un registro creativo de las preocupaciones de los artistas contemporáneos. “La pandemia supone un gran punto de inspiración porque al final los artistas están contando lo que están viviendo. Es una situación excepcional e histórica. Se despiertan estímulos nuevos que arrancan a la gente a contar y crear cosas nuevas”, afirma Guerrero.
Las obras demuestran que, a pesar del “gloom” del momento, todavía hay espacio para el humor y la esperanza. En las obras abundan las reconstrucciones irónicas de la realidad o la descontextualización de grandes obras de arte universales. También hay espacio para la fotografía documental y la poesía cotidiana. Los artistas pueden colgar sus obras a partir de un enlace directo o bajo el hasgtag #cividartmuseum, que después ellos ordenan y exponen en la página.
Lo cierto es que visitar este museo es una oportunidad única de ver cómo la creatividad se adapta y regenera a partir de una nueva realidad y es allí donde se empieza a conquistar y a dominar. Porque la cultura nunca es pasiva, un encantamiento para huir de la realidad, sino es un acto violento de conquista y transformación. Porque el coronavirus nos puede haber transformado a todos, pero ahora seremos todos los que transformaremos lo que ha quedado.
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