Coronavirus
Cataluña: una legislatura en el alambre
Torra cumple dos años al frente de la Generalitat entre los tribunales y el coronavirus. Hoy mismo, Junqueras le ha exigido pactar ya con ERC la fecha de elecciones
Quim Torra, diputado de Junts per Catalunya y un “nuevo político” relativamente desconocido para la ciudadanía, llegó a la presidencia de la Generalitat de rebote y tras una llamada de su antecesor, Carles Puigdemont, afincado entonces en Berlín. Fue el propio ex president quien anunció por videoconferencia a los catalanes que el escogido era un activista independentista sin carné de partido y encargado de seguir con el desafío al Estado desde el Palau de la Generalitat.
Hoy, dos años después de que tomara posesión del cargo y teóricamente en el ecuador de la legislatura, Torra se encuentra atrapado entre los tribunales, pendiente de una inhabilitación por desobediencia de 18 meses por parte del Supremo, y en plena crisis sanitaria derivada de la pandemia del coronavirus.
El president cumple medio mandato al frente de la Generalitat en permanente crisis con sus socios de Esquerra y después de haber anunciado que convocaría elecciones una vez aprobados los presupuestos en el Parlament, una promesa incumplida por el coronavirus.
De hecho, el severo golpe de la pandemia en Cataluña ha obligado a rehacer a toda prisa la hoja de ruta de Torra al frente del Govern. Ahora, se encuentra en medio de un calendario endiablado, pendiente de que el tribunal confirme su inhabilitación y con la carta guardada de poder convocar elecciones antes, su voluntad. Un propósito que debe conjugar con la intención de Junts per Catalunya de retrasar al máximo la llamada a las urnas para poder presumir de gestión ante la crisis sanitaria y poner en más de un apuro a ERC, por ejemplo con la investigación de lo sucedido en las residencias, de competencia republicana dentro del gabinete.
En este sentido, el president y su gabinete ya han anunciado la elaboración de un nuevo plan de legislatura basado en la reactivación económica postconfinamiento, una estrategia con la que deja claro que aparca su promesa de convocar elecciones en un plazo corto de tiempo.
Sin embargo y pese a que Torra ha mantenido el equilibrio en el alambre y ha recabado apoyos internos en el espacio postconvergnete siendo la voz que redobla semana tras semana las exigencias a Sánchez, ahora son muchos los que le reclaman elecciones de forma inminente. El PSC y los “comunes” -el partido de Colau, con su abstención, posibilitó la aprobación de las cuentas en el Parlament- le piden que aclare ya el horizonte electoral, y Esquerra presiona para consensuar una fecha.
Hoy mismo, el líder Oriol Junqueras ha defendido pactar con JxCat el calendario de las elecciones en Cataluña para evitar caer en “prisas, improvisaciones y chantajes”, un mensaje directo contra la estrategia de tacticismo de Torra y los postconvergentes.
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