Junts per Catalunya y Esquerra llevan meses compitiendo por ser la fuerza hegemónica del soberanismo y ocupar la centralidad del endiablado tablero político catalán. Una batalla por el poder que se recrudece dependiendo del contexto, los intereses y el calendario de cada partido. Ahora, tras el peor pico de la pandemia de coronavirus y con la vista puesta en una convocatoria electoral que no llega, ambas formaciones han protagonizado nuevos episodios de polémicas y reproches públicos.

El primero ha sido entre el propio president Quim Torra y el ex diputado y líder de ERC en el Congreso, Joan Tardà. Todo empezó la semana pasada cuando el republicano cargó con dureza contra los postconvergentes, a quienes acusó de “tener un único objetivo: debilitar a Esquerra” a raíz de la propuesta de JxCat de reprobar a Mariano Rajoy, el Rey Felipe VI y Pedro Sánchez -entre otros dirigentes- en el Parlament. Un extremo que obligaría a los republicanos a posicionarse públicamente a favor o en contra del PSOE y del presidente del Gobierno y que provocó la crítica airada de Tardà, que echó en cara al partido de Puigdemont su pacto con el PSC en la Diputación de Barcelona.

Hoy, además, el republicano ha publicado un artículo en El Periódico titulado “Más junquerismo y menos torrismo”, en el que carga contra la estrategia del “nacionalismo postconvergente” y pide al mismo tiempo “más pablismo y menos sanchismo” en España. Refiriéndose a JxCat, Tardà denuncia que mientras pacta con el PSC en la Diputación de Barcelona para evitar que gobierne ERC, se aferra al “conflictivismo simbólico estéril y al conservadurismo”, ignorando “la realidad del país” y la “perentoria necesidad” del independentismo de “conseguir en el próximo ciclo electoral un avance significativo de apoyo popular”.

Desde Twitter, el propio Torra ha replicado con enojo a las consideraciones del republicano: “Estimado amigo, estoy acostumbrado a casi todas tus pirotecnias verbales, pero esto del ‘torrismo’ me ha dejado perplejo”. "Y equipararlo al ‘sanchismo’ supera los límites de mi imaginación. No acostumbro a ver la vida en clave española. Fácil, yo quiero la independencia. ¿Y tú?”, le ha espetado Torra.

Una polémica a la que luego se han añadido el propio Carles Puigdemont y Toni Comín, este último eurodiputado de JxCat tras haberse presentado en la lista de ERC a nivel autonómico en 2017. El expresident ha subrayado que Tardà, pese a ser “muy influyente y tener mucha audiencia” en las redes, “no representa a ERC” y que “quien habla por ERC es la ejecutiva” del partido y sus actuales líderes. “En ningún caso, ni la ejecutiva ni los portavoces de ERC han dicho que se deba elegir entre uno y otro. Por esto gobernamos juntos”.

Además, el líder de Junts per Catalunya ha asegurado que en estos momentos las elecciones “no son una preocupación” para los catalanes, en plena desescalada tras la pandemia de coronavirus. “Puede interesar a los cuarteles generales de algunos partidos, pero a los ciudadanos les preocupa que las cosas funcionen bien” dada la emergencia sanitaria, ha lanzado en alusión velada a ERC, quien sí ha reclamado pactar la fecha del adelanto electoral.

Comín ha sido mucho más directo contra sus excompañeros de partido al asegurar que a la formación republicana le faltó “astucia” a la hora de negociar con el PSOE a principios de año, ya que facilitó la investidura de Pedro Sánchez “a cambio de nada”.

Estos episodios se añaden a la opinión favorable de Esquerra a la solicitud del Tribunal Supremo para poder seguir investigándola por adjudicar, presuntamente, contratos irregulares a un amigo por valor de casi 260.000 euros cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes.