Batlle abre la puerta a los desencantados del PDeCat

Albert Batlle, teniente de alcalde de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, sigue adelante con su planteamiento de una confluencia que agrupe al catalanismo de centro, muy atomizado desde la desaparición política de Convergència i Unió en 2016. Desde Units per Avançar, trata de liderar una alternativa de amplio espectro, que aglutine tanto a independentistas como a contrarios a la independencia, aunque tiene como objetivo volver a situar la gestión en el centro de la agenda política y enterrar el “procés”. En este sentido, en sintonía con el discurso más pragmático que cada vez gana mayor terreno en el seno del PDeCat frente al radicalismo de Carles Puigdemont, ha hecho hoy un llamamiento al sector desencantado del partido heredero de Convergència para que se una a su propuesta.

¿Un pacto con el PDeCat? “Nosotros líneas rojas, ninguna. En este proyecto pueden intervenir muchas sensibilidades. Tenemos las puertas abiertas a todos los desencantados con la inacción y la parálisis del Govern a la que nos llevado el ‘procés’”, ha asegurado en un encuentro telemático organizado por Intermedia Online. Batlle se halla ahora en conversaciones con Marta Pascal, líder del Partido Nacionalista de Catalunya. Si bien, también hay otras organizaciones políticas catalanistas de centro –Lliga Democràtica de Astrid Barrio y Josep Ramon Bosch; Lliures de Antoni Fernández Teixidó; y, Convergents, de Germà Gordó- con voluntad de sumar y construir una opción catalanista sólida y con capacidad de ser decisiva en la próxima legislatura.

En ese objetivo por situar de nuevo la gestión y el “buen gobierno” en el centro de la política catalana, Batlle ha lanzado también hoy un mensaje optimista de ámbito económico, tras el daño que ha sufrido el tejido empresarial por el tsunami independentista. “Lucharemos por que vuelvan las empresas que se marcharon de Cataluña. Los inputs que recibo son positivos”, ha asegurado, aunque ha advertido de que ese regreso solo será posible si la estabilidad y la seguridad jurídica vuelve a Cataluña.

Asimismo, ha planteado una colaboración “leal” y “activa” con el Gobierno. En este sentido, y para articular una salida a la crisis política catalana, considera que es necesario emprender, en primer lugar, un proceso de diálogo entre las fuerzas políticas en Cataluña para hilvanar una propuesta, y después abrir una negociación con el Estado. “Hay mucho camino por recorrer y mucha pedagogía que hacer”, ha asegurado Batlle. Las medidas que plantea para mejorar las relaciones entre la Generalitat y el Gobierno pasan por un acuerdo en materia de financiación, infraestructuras, blindar las competencias y reivindicar elementos “emblemáticos” que reconozcan la realidad catalana.