Puigdemont presidirá JxCat y Jordi Sánchez será secretario general

La cúpula de JxCat va tomando forma. El partido, inmerso en una asamblea constituyente que se alargará hasta el 3 de octubre, se encuentra ahora enfrascado en la elección de la nueva dirección. Si nada cambia, Carles Puigdemont será escogido oficialmente presidente el domingo que viene, mientras que Jordi Turull, Elsa Artadi, Anna Erra -alcaldesa de Vic (Barcelona), uno de los principales feudos de JxCat- y Josep Rius -jefe de gabinete de Puigdemont cuando era president- ocuparán las cuatro plazas de vicepresidente.

A los mandos de la Secretaría General estará el expresidente de la ANC Jordi Sánchez -encarcelado en Lledoners-, que se convertiría en secretario general, y estaría acompañado por David Saldoni, como secretario de Organización y Teresa Pallarés como secretaria de Finanzas.

Inicialmente, había otra candidatura a la Secretaría General, pero a última hora de la noche ha renunciado. Esta alternativa estaba configurada por Josep Sort, que se postulaba como secretario general; Enric Solé, como secretario de Organización; y, Maria Teresa Vilarrasa, como secretaria de Finanzas.

A partir de mañana arrancará la campaña electoral, que se desarrollará de manera telemática, y los militantes podrán votar entre el viernes y el domingo.

La propuesta la candidatura de Jordi Sánchez para la Ejecutiva Nacional está formada por 18 personas, entre las cuales estarían el actual portavoz de JxCat en el Parlament, Albert Batet; la portavoz de JxCat en el Congreso, Laura Borràs; el conseller de Territori, Damià Calvet y la alcaldesa de Girona, Marta Madrenas.

También figuran los diputados de JxCat Gemma Geis y Toni Morral; la concejal de JxCat en Barcelona Aurora Madaula; y la diputada de JxCat en el Congreso Míriam Nogueras, quien abandonó esta semana la vicepresidencia del PDeCAT.

De esta manera, Josep Rull y Joaquim Forn son los únicos presos de JxCat que se quedan sin puesto en los órganos de dirección del partido. Tanto Rull como Forn -procedentes del PDeCat- están haciendo grandes esfuerzos por tratar de que haya acuerdo entre la dirección del PDeCat y JxCat, otra de las asignaturas pendientes que tiene el nuevo espacio político de Puigdemont.

De momento, no hay acuerdo y se antoja complicado que pueda haber entendimiento por las diferencias ideológicas. La elección de Sánchez como secretario general puede alejar aún más las posiciones por su trayectoria ideológica -proviene de ICV, partido predecesor de los “comunes”-, ya que en el PDeCat apuestan por un proyecto de centroderecha y se resisten a asumir planteamientos de izquierda de JxCat.

En cualquier caso, el partido de Puigdemont se mantiene en la mesa de negociación con el PDeCat, aunque también ha hecho un llamamiento a sus militantes para que se incorporen a título individual a JxCat.