Cataluña saluda a la tercera ola una semana antes de Navidad

Cataluña confirma un cambio de tendencia en la evolución de la pandemia. Tras cinco semanas de bajada, la curva epidémica vuelve a subir. En apenas cuatro días la velocidad de transmisión se ha disparado de 0,90 a 1,22. Pero lo más alarmante es que el departamento de Salut ha cambiado los cálculos de este parámetro que mide cuántas personas se contagian por cada infectado. Antes, calculaba este número con las pruebas PCR, cuyos resultados pueden tardar días en obtenerse, y obtenía una fotografía de los últimos 3 o 5 días. Pero con los test de antígenos, que ofrecen resultados en 15-20 minutos, los cálculos epidemiológicos pueden acercarse más al presente y ofrecer datos del último día. Y con estos nuevos indicadores, en estos momentos, la Rt estaría más próxima a 1,4. Esto quiere decir que por cada 100 infectados se contagian 140 personas. El último parte publicado en el portal Dades Covid del departamento de Salut, que aún no ha incorporado este nuevo cálculo, sitúa a Cataluña en el inicio de una tercera ola. En las últimas horas, se han diagnosticado 2.112 nuevos casos. Según los nuevos cálculos de Salut, la semana del 8 al 15 de diciembre se contabilizaron 11.800 nuevos contagios, se trata de un incremento de cerca de un 75% en un semana.

El riesgo de rebrote sube una treintena de puntos y se sitúa en 235 y la incidencia acumulada en los últimos 14 días también va al alza: hay 215 infectados por cada 100.000 habitantes.

Los hospitales, que en los últimos días han tenido más ingresos que altas, en las últimas horas han dado de alta a 35 personas. En estos momentos, hay 1.476 personas ingresadas con covid en los hospitales catalanes, 345 en la UCI, seis menos que la víspera. También se han reportado más fallecidos, las cifras vuelven a ser similares a las de la segunda ola: 62 defunciones en un día. Ayer se declararon 39. En las últimas semanas, se ha notificado una cuarentena de fallecidos diarios. Desde el inicio de la pandemia, la Covid-19 se ha cobrado la vida de 16.494 personas.

La reapertura de bares, restaurantes y otros servicios como gimnasios o centros de estética no han tenido tanto impacto en el repunte de contagios como la interacción social y la movilidad del puente de la Purísima. La movilidad el jueves previo al fin de semana de la Constitución era la misma que en febrero, antes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la pandemia. El crecimiento de la epidemia sobre el terreno desde el inicio del puente de la Purísima ha sido muy elevada, se ha pasado de unos 90 contagios por cada 100 infectados a 140 contagios por cada 100 infectados

El doctor Josep Maria Argimon, secretario de Salut Pública, ha dado hoy un golpe de puño sobre la mesa y pide que se frene la movilidad y la interacción social lo más pronto posible. En una entrevista “eldiario.es”, primero y Catalunya Ràdio, después, ha avanzado que su equipo analizará los datos y que en las próximas horas decidirá si hay que dar marcha atrás en al Plan de Navidad y en la desescalada. “Los números son muy malos. Vamos mal. Según el último recuento, entre el 6 y 15 de diciembre, se han diagnosticado 11.800 positivos. La Rt con los nuevos cálculos sería de 1,45-1,50. El riesgo de rebrote sube y estamos en fase de expansión”, ha advertido. Con sus conocimientos de epidemiología, Argimón augura que el pico de esta tercera ola será más alto que el de la segunda. Por eso pide cautela en Navidad.

Enric Álvarez, investigador del Grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos de la Universidad Politécnica de Cataluña, ha añadido en una entrevista en el programa “El Món” de Rac1 que con una Rt de 1,4, en dos semanas, Cataluña puede tener los números de Alemania que hoy empieza un confinamiento estricto: cierra colegios y los comercios que no sean esenciales hasta el 10 de enero.

La estrategia de mitigación por la que ha apostado España, que se trata de reaccionar cuando el virus amenaza el sistema sanitario, parece haber metido al país en una montaña rusa de escaladas y desescaladas. Los expertos abogan por reforzar los trazados con personal y sistemas informáticos potentes para localizar el origen de los contagios, reducir la movilidad y tomar medidas para evitar la interacción social antes.