Tráfico de drogas

Desarticulada una de las mayores organizaciones dedicadas al tráfico de droga internacional

Se trata de una banda china con un alto grado de especialización, que contaba con 13 naves en las que se producía marihuana, la mayoría ubicadas en Cataluña

Agentes de los Mossos d'Esquadra y Policía Nacional llevaron a cabo 29 entradas y registros en naves en las que se cultivaba la marihuana y en domicilios
Agentes de los Mossos d'Esquadra y Policía Nacional llevaron a cabo 29 entradas y registros en naves en las que se cultivaba la marihuana y en domiciliosPolicía Nacional

El pasado 14 de abril, una operación conjunta de la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra permitió desmantelar una de las mayores organizaciones criminales de origen chino dedicada al tráfico internacional y culminar así con una investigación que arrancó a finales de 2019 a partir de la localización de envío vía postal de paquetería que contenía importantes partidas de marihuana a otros países de Europa.

El dispositivo, en el que participaron 350 agentes tutelados por el juzgado nº5 de Badalona y que contó con el apoyo de CITCO y EUROPOL, se ha saldado con la detención de 65 integrantes de la organización, principalmente de origen chino y dos de origen español, de los cuales 29 ya están en prisión. Asimismo, se han completado 29 entradas y registros en naves industriales y domicilios de Barcelona, Tarragona, Oviedo, Gijón, Bilbao, Portugal y Países Bajos, que han permitido localizar 13 plantaciones ubicadas en naves industriales, así como decomisar 40 mil plantas de marihuana en diferentes estados de crecimiento y 600 kilos de marihuana ya preparada para traficar, 190 mil euros en efectivo y se han intervenido 25 envíos en paquetería postal dirigidos a diferentes destinos europeos.

Al respecto, el jefe de la sección de Organizaciones Criminales Transnacionales (OCT) de la Policía Nacional, Juan Pablo Iglesias, ha señalado hoy en rueda de prensa que, “se trata de una de las mayores operaciones contra el tráfico internacional de marihuana que se ha producido en España”. “Se ha conseguido conectar 13 naves de plantación con una organización criminal internacional, cuando lo habitual antes era atacar las naves por separado, y además se ha logrado relacionar con envíos a otros países de Europa”.

Pero además, esta investigación ha resultado también especialmente significativa por el novedoso método de organización y funcionamiento de la organización criminal china, conocida como el Bang de Fuijan, de la que ya se tenía constancia de otros actos delictivos en ámbitos como el tráfico de seres humanos y delitos contra los derechos de los trabajadores. Según ha explicado el jefe de Área Central del Crimen Organizado de la DIC de los Mossos d’Esquadra, el inspector Antoni Salleras, “la organización estaba liderada por dos clanes del Bang de Fuijan, que se unieron para hacer una producción industrial de marihuana implantando naves, en su mayoría en el territorio catalán y dos en Asturias, constituyendo una especie de cooperativa: los miembros de los dos clanes buscaban socios que quisieran invertir en las naves. La idea era encontrar un mínimo de cinco inversores por nave que pusieran 20 mil euros cada uno de ellos para hacer frente a los 100 mil euros que ésta costaba y, tras tres meses de funcionamiento, éstos ya rentabilizaban su primera inversión a partir de la repartición de beneficios”.

De esta manera, en el caso en el que alguna de las naves cayera, ya fuera por una intervención policial como por acciones de la competencia, ello no suponía un golpe económico fuerte para la organización. De hecho, desde que ésta iniciara su actividad, se han producido entradas policiales en cuatro de sus naves al margen de esta investigación y en una de ellas tuvo lugar un robo de la producción para parte de otra organización criminal rival. Y es que como admiten tanto desde Mossos d’Esquadra como de Policia Nacional, “en los últimos años, se ha detectado una proliferación de organizaciones criminales que se instalan en España para la producción y distribución al resto de Europa de marihuana, dando lugar así a una lucha constante entre ellas por hacerse con el control de esta actividad, lo que comporta otros delitos”.

En definitiva, tal y como destaca el inspector Iglesias, “el grado de sofisticación de la organización y de tecnificación de las naves era máximo”, lo que permitía una gran capacidad de cultivo de marihuana, hasta el punto que la investigación ha puesto de manifiesto también la relación de esta organización con otras de origen albanés y polaco, a las que suministraban droga. De hecho, como indica Iglesias, se estima que “las 13 naves de la organización podrían haber generado volúmenes de negocio de unos 6 o 7 millones de euros”. “Tenían plantas en diferentes estados de crecimiento para tener siempre una cosecha preparada y lista para enviar al mercado”, comenta el inspector.

En cualquier caso, a los integrantes de la organización se les atribuye una presunta participación en los delitos de organización criminal, tráfico de drogas, blanqueo de capitales, usurpación de identidad, defraudación de fluido eléctrico y falsedad documental. Y aunque se considera que la organización ya está desarticulada, debido a la complejidad de la estructura delictiva de este entramado criminal, no se descartan nuevas detenciones.