1-O

Aragonès avisa a Sánchez que negociará “sin renunciar a nada”: “Cataluña volverá a votar”

El Govern usa el aniversario para redoblar su desafío al Estado mientras Carles Puigdemont trata de monopolizar los mensajes desde Béliga y a tres días de su vista en Cerdeña

Primer aniversario del 1-O con ERC al frente de la Generalitat: Pere Aragonès ha encabezado esta mañana a las 9 en punto un acto conmemorativo del Govern, breve y austero en el que ha querido lanzar dos mensajes: ha fijado el referéndum ilegal como “punto de no retorno” y se ha comprometido a “forzar una negociación con el Estado” para celebrar un referéndum, “sin renunciar a nada” en el camino hacia la independencia, en referencia velada a una hipotética vía unilateral. “Cataluña volverá a votar, el referéndum es inevitable”, ha avisado en plena operación diálogo tras la reanudación de la mesa de negociación con el Gobierno de Pedro Sánchez.

“Este Govern se declara heredero del referéndum del 1-O y se compromete a continuar el camino hacia la independencia”. “En primer lugar, forzando una negociación con el Estado español. Pero no solo esto, sin renunciar a nada. Este Govern se declara orgulloso del referéndum del 1-O y se conjura a trabajar para hacer posible la culminación de la independencia de Cataluña”, ha abundado.

Y es que el Ejecutivo ha querido ofrecer una imagen de unidad y solemnidad para conmemorar el cuarto aniversario del 1-O con un “acto institucional” encabezado por Pere Aragonès, el primero como president de la coalición con Junts. Flanqueado por todos los consellers de su gabinete tras unas semanas de fuertes tensiones internas por la mesa de diálogo, el republicano ha leído una declaración conjunta en la que el Ejecutivo que preside fija el referéndum de independencia como “inevitable”. Un mensaje que contrasta con lo ocurrido ayer en el debate de política general, con el independentismo incapaz de ponerse de acuerdo y el Parlament rechazando fijar una consulta dentro de esta legislatura como pide la CUP con el “no” de Junts y la abstención de Esquerra.

Con este precedente, el cónclave se ha celebrado este viernes en los Servicios Matrices del CatSalut, uno de los puntos de votación del 1-O en Barcelona, después de que la presidenta de la Diputación, Núria Marín (PSC), se negara a ceder el espacio de la Escuela Industrial, propiedad del organismo supramunicipal. A las nueve en punto, el vicepresidente Jordi Puigneró (JxCat) ha sido el encargado de arrancar la jornada y ha fijado el 1-O como “momento fundacional de la República Catalana”. “La semilla de la victoria y de la libertad. Un acto democrático sin precedentes contra un Estado que aun busca las urnas, obsesionado en impedir la votación”, se ha jactado.

El papel de Puigdemont

Este año el 1-O llega en vísperas de la vista de Carles Puigdemont en Cerdeña, prevista para el lunes 4 tras el arresto de la semana pasada y en pleno debate sobre su extradición. Una circunstancia que entidades y partidos usarán para tratar de espolear el movimiento y plantear un nuevo desafío con movilizaciones a lo largo de todo el fin de semana, desde este viernes y hasta el domingo.

El propio Puigdemont ha tratado de capitalizar los mensajes, adueñarse del aniversario y acaparar foco antes de viajar a Cerdeña el lunes. Anoche ya publicó una “declaración institucional” como presidente del Consell per la República -el organismo privado que dirige desde Waterloo- en el que focalizó sus críticas contra el Estado -“todos los regímenes pasados y presentes se han encargado de demostrar que la nación catalana no es ni será nunca aceptada como tal dentro del Estado español”- antes de participar este viernes en un acto de la ANC por videoconferencia. El 1-O de 2017 los catalanes aprendieron a ganar y se empezó la construcción “de la república catalana independiente por decisión ciudadana”, ha clamado por redes sociales.