Delincuencia

Cataluña, en alerta por el aumento del tráfico de drogas

Los delitos relacionadas con esta causa se han disparado un 33% en el último año

Ramon Espadaler, diputado de Units per Avançar, en una intervención en el Parlament
Ramon Espadaler, diputado de Units per Avançar, en una intervención en el ParlamentLa Razón

Cataluña atraviesa problemas de seguridad, que han tenido en las últimas semanas su máxima expresión en los botellones y los enfrentamientos de jóvenes contra la Guardia Urbana de Barcelona y los Mossos d’Esquadra. Pero también está teniendo otras manifestaciones, como el sustancial incremento del tráfico de drogas: durante el primer semestre, se han registrado 1.874 infracciones penales relacionadas con este tipo de delito, un 33% más que en 2020, cuando se dieron 1.401. También más que en 2019, año prepandemia, cuando se contabilizaron 1.292 (en 2018, 1.249).

Con esta evolución de los datos, Ramon Espadaler, diputado del grupo parlamentario del PSC y Units per Avançar, ha impulsado un debate en la cámara catalana sobre el arraigo en Cataluña de la narcoeconomía de la marihuana y la criminalidad asociada. La autonomía se ha convertido en uno de los principales territorios productores y exportadores de Europa. La moción presentada aspira a instar al Govern a ponerle cerco a estas actividades relacionadas con el cultivo y tráfico de marihuana y, entre otras cosas, plantea incrementar la policía en todos los barrios y zonas residenciales afectadas por las mafias asociadas al consumo y tráfico de marihuana y prestar atención al riesgo de corrupción de autoridades, funcionarios, empresarios y otros colectivos por parte de grupos criminales organizados.

Espadaler sostiene que Cataluña ha experimentado un crecimiento exponencial del cultivo y tráfico de marihuana durante los últimos años y eso lleva aparejado la presencia de grupos criminales, que extienden su actividad criminal hacia ámbitos como el tráfico de armas, el trafico de personas, el blanqueo de capitales o la capacidad creciente de corromper a autoridades. También se generan problemas de convivencia porque estos grupos tienden a la ocupación de inmuebles, robos con violencia, asaltos u homicidios.

La moción ha logrado prosperar con los apoyos de JxCat y Esquerra, además de PP, Vox y Ciudadanos. La CUP se ha abstenido en la mayoría de puntos del texto mientras que los Comunes han alternado la abstención con el voto a favor de otros puntos.

Así las cosas, el diputado de la CUP, Xavier Pellicer, ha equiparado el proceso de legalización del alcohol en Estados Unidos y lo que se debería de hacer ahora con el cannabis. Con la legalización en 1932, disminuyó la criminalidad y la necesidad de volcar recursos policiales a frenar estas actividades. “Y tampoco hubo un aumento significativo del consumo”, ha señalado Pellicer, quien ha añadido que la legalización de la marihuana generaría ingresos en las arcas públicas. En la misma línea se ha expresado el diputado de los Comunes, Lucas Silvano, quien considera que la ilegalización de la marihuana “alimenta las mafias”. “Alimenta la organización criminal y se hibrida con otros hechos delictivos, como el tráfico de drogas, la violencia”, ha añadido. “Nosotros creemos que no protege la salud pública, ni la de los consumidores. No freno el consumo y los datos ahí están”, ha proseguido.

Seguridad

Lo cierto es que la tercera sesión plenaria del Parlament ha estado muy centrada en cuestiones de seguridad. Tanto Ciudadanos, como PSC, Vox y PP han presentado mociones relacionadas con la seguridad pública, una clara señal de los problemas que atraviesa Cataluña, aunque los datos tampoco reflejan un crecimiento de la inseguridad. Según el último balance del Ministerio del Interior sobre criminalidad, han crecido las infracciones penales en este primer semestre: se han contabilizado 176.945 delitos, más que en 2020 (167.469), pero menos que en 2019 (236.771) y 2018 (225.586).