Negociación

El PSC avanza la próxima reunión de la mesa de diálogo: principios de 2022

La portavoz en el Parlament Alícia Romero reclama a Junts que rectifique y se sume y pide a Aragonès que convenza a los posconvergentes

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Palau de la Generalitat en Barcelona, junto a los ministros y consellers de la mesa de diálogo sobre Cataluña
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Palau de la Generalitat en Barcelona, junto a los ministros y consellers de la mesa de diálogo sobre CataluñaQuique GarcíaEFE

La próxima reunión de la mesa de negociación entre el Gobierno y la Generalitat no será ya hasta el año que viene, en concreto hasta principios de 2022. Prácticamente un cuadrimestre después de la reanudación del diálogo entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès con una cumbre en Barcelona en la que pactaron ir avanzando en secreto, sin calendario ni límite temporal concreto.

Así lo ha confirmado la portavoz socialista en el Parlament, Alícia Romero, en una entrevista a Europa Press: “La mesa de diálogo entre gobiernos se puso en marcha, ahora tiene que haber una segunda reunión a principios de año. Además, se han puesto en marcha las comisiones bilaterales”.

La dirigente socialista ha avanzado que el Govern comunicó este calendario a los grupos de la oposición en una reunión, incluyendo la previsión de que la mesa de diálogo entre el Gobierno central y el de la Generalitat se produzca de nuevo a principios de año después de haberse reunido en septiembre en el Palau de la Generalitat. La bilateral -el foro paralelo para negociar trasferencias, inversiones y aspectos concretos de gestión sectorial- se dio cita en agosto y volverá a reunirse a finales de enero-principios de febrero.

Y es que de aquí a final de año, tanto el Gobierno como la Generalitat tienen sus propios deberes con la aprobación de los respectivos presupuestos -los PGE y los catalanes- para que entren en vigor el 1 de enero de deben negociar con la “mayoría de la investidura” -con ERC en un papel central-, mientras que Aragonès fía la aprobación de las cuentas del Govern a la CUP pese a las suspicacias y las críticas de los antisistema, contrarios a prácticamente el grueso de las propuestas del Ejecutivo.

Aún sobre la mesa de diálogo, la socialista ha cargado contra la ausencia de Junts en el foro -”lo debilita”, según su parecer-, ha reclamado que rectifique y ha pedido explícitamente al presidente de la Generalitat que les convenza pese a las eternas discrepancias entre posconvergentes y republicanos, enmarañados en una disputa sin fin. Le corresponde a Aragonès “convencer a sus socios de coalición de que se deben sentar en esta mesa”, ha zanjado la dirigente.

El PSC, además, reclama otro gesto al republicano: que convoque la mesa de partidos catalanes, una iniciativa que tildan de “indispensable” para avanzar en esta nueva etapa política.