Extraña defunción

Denuncian la falta de atención de un hospital en la muerte de un joven que se estampó contra un cristal

Ocurrió en el centro Duran i Reynals de L’Hospitalet y la familia considera que fue una “negligencia”

Augusto Claisse
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Investigan un más que extraño, oscuro y polémico suceso. Y la familia ya lo ha denunciado, avanzó la abuela de la víctima a LA RAZÓN. El joven Augusto Claisse, de 23 años, vecino de L’Hospitalet de Llobregat, fue noticia el pasado mes de abril, cuando estubo diez días desaparecido en Badalona, y más tarde falleció en el hospital Duran y Reynals del barrio de Bellvitge.

Así lo avanzó Elcierredigital.com, que publicó también una entrevista con la tía del fallecido. La mujer recordó que su sobrino estaba diagnosticado de esquizofrenia y que además era bipolar. En el centro médico lo estaban tratando. Asimismo, asegura que lo visitó la tarde anterior de fallecer. El chico estaba visiblementeintranquilo y le habría dicho que quería abandonar el hospital.

Horas más tarde, el personal del hospital la llamó para darle la noticia de la muerte de Augusto. El joven se habría estampado contra un cristal “irrompible” del hospital y habría fallecido de una parada cardiorrespiratoria. Por su parte, la tía del chico asegura que la familia comenzará un proceso judicial contra el hospital Duran y Reynals para que se investigue lo que consideran “una negligencia” y se depuren responsabilidades.

Después de más de 10 días desaparecido, Augusto fue hallado el 20 de abril en un parque de Badalona, junto a la calle Pirineus, sentado en un banco.

Lo encontraron con elpelo rapado y con un aspecto muy desmejorado. Además, había perdido mucho peso y hacía días que dormía en la calle. Al parecer, las amistades de Augusto lo habían llevado de L’Hospitalet a la zona del Besòs, hundiéndolo en el consumo de drogas.

Durante los días que duró la búsqueda, la familia había alertado de la necesidad de encontrarlo porque necesitaba tomar su medicación.

Según las autopsias practicadas, la muerte la provocó un edema pulmonar causado por la contención. Su tía Susana señaló que la autopsia avala el relato de los testigos, que aseguran que “se le abalanzaron y no le dejaban respirar”.

El caso ya está en manos de la Justicia y la familia espera que se esclarezcan las circunstancias en las que ocurrió el fatal suceso y que los responsables respondan por ello.

Augusto permanecía ingresado desde hacía algún tiempo en la unidad de subagudos de psiquiatría, en la séptima planta del hospital.

“Se había adaptado bien y cumplía correctamente las normas”, consta en uno de los informes. Diagnosticado de un trastorno esquizoafectivo, el pasado 1 de octubre sufrió una crisis.

Tal y como consta en el acta de levantamiento del cadáver, la situación se descontroló y el personal médico, ante el riesgo de que el joven se autolesionase, lo medica, “le ponen esposas y una venda en los tobillos, trasladándole a un box para contención de cinco puntos -muñecas, tobillos y cintura”.

Tras ello, Augusto “está con pulso débil, cianótico y arreactivo”. Se iniciaron las maniobras de reanimación cardiopulmonar, que se prolongaron durante una hora, sin respuesta positiva.

La familia de Augusto denuncia la sobremedicación a la que sometían al joven. “Le administraron Haloperidol y el niño era alérgico”, señala su tía.  El propio joven había manifestado con anterioridad su disgusto con el personal médico que lo atendía.  “Decía que lo trataban mal y por eso nunca quería volver al hospital”.