Municipal
ERC votará contra los presupuestos de Barcelona y pone a Colau contra las cuerdas
La alcaldesa necesita de los republicanos para sacar adelante las cuentas del Ayuntamiento
Tras varias semanas deshojando la margarita, ERC, finalmente, no apoyará los presupuestos municipales de Barcelona. Lo cierto es que, pese a la urgencia derivada del covid, la proximidad de las elecciones municipales pesa lo suficiente como para que todos los partidos midan mucho cada uno de sus movimientos. Las cuentas, en cualquier caso, deben votarse de forma inicial en la Comisión de Economía mañana como paso previo al debate final en el pleno de diciembre. La negativa a los presupuestos llega después de que los republicanos permitieran aprobar de forma inicia las ordenanzas fiscales de 2022.
Según el presidente de ERC, Ernest Maragall, existen “muchas razones” para votar en contra. A su juicio, el gobierno municipal “se lo ha ganado a pulso”. Sobre todo, explican, por los incumplimientos del último año de los acuerdos alcanzados en otros presupuestos. “Nos vemos absolutamente obligados a actuar en nombre del interés general de la ciudad y enviar un mensaje de distancia”, ha asegurado Maragall. Desde ERC consideran que existe un “desprecio por los barrios y por la ciudad, y una falta de ambición, de proyecto y de horizonte para la ciudad”.
Lo cierto es que la situación no es nada nueva y la política municipal permite una puerta trasera para aprobar las cuentas. Tal y como ocurrió en los primeros años de Colau, la alcaldesa podría someterse a una cuestión de confianza. Si la oposición no consiguiera encontrar un candidato alternativo con más votos que la alcaldesa, algo harto difícil con la actual atomización del arco municipal, Colau quedaría ratificada y los presupuestos, aprobados.
A Maragall, sin embargo, le cuesta entrar al detalle de su negativa y despejar, por tanto, los fantasmas del cálculo electoral en lugar de un genuino interés por el bienestar de la ciudad. Por una vez, sin embargo, el anuncio lo han hecho frente al marcador que calcula el tiempo de retraso de la reforma de la Rambla, y que alcanza los 1.999 días, algo que, sin duda, podrían llevar a la negociación presupuestaria una vez superada la parálisis derivada de la pandemia. Desde ERC recuerdan que la reforma de esta popular avenida se pactó en el presupuesto 2020 y anuncian que, por eso, presentarán una proposición a la Comisión de Urbanismo de esta semana para pedir el inicio de las obras el próximo año. “No existe ningún cambio en el modelo económico de la ciudad, en el urbanismo, la seguridad, el civismo, la limpieza, en cómo se enfoca la transición energética, y tampoco en la apuesta por el transporte público. No hay margen de rectificación”, ha añadido Maragall.
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