Polémica
Montecarlo retira el controvertido dibujo de Picasso para Els 4 Gats
Hôtel des Ventes decide finalmente retirar la pieza atribuida al artista malagueño de la venta que debía tener lugar el próximo día 20
Es el punto y final, al menos aparentemente, a una historia controvertida. Desde hace unos días, Hôtel des Ventes, en Montecarlo, ya no tiene entre los lotes de la subasta un dibujo realizado por un jovencísimo Pablo Ruiz Picasso en Barcelona para ilustrar el menú de la cervecería Els 4 Gats. La pieza era la primera en ofrecerse en una subasta dedicada al arte moderno y contemporáneo, con un precio de salida de 120.000 euros aunque se esperaba que pudiera alcanzar los 150.000.
Sin embargo, el dibujo ya no está disponible. Pese a que se puede ofertar por Internet cualquiera de los dibujos, las pinturas o las cerámicas que se subastan, ya no aparece el lote número 1, es decir, el que se presentaba como dibujo original de Picasso para Els 4 Gats. Fuentes consultadas por este diario cercanas a la subasta afirmaron que la obra tampoco estará en la sala el próximo día 20. Nadie podrá pujar por ella.
A lo largo de dos entregas, este diario ha expuesto las muchas dudas que surgen sobre una pieza que, de ser auténtica, sería fundamental para ser incorporada a las colecciones del Museu Picasso de Barcelona. Pero no parece que pueda ser así.
El futuro de la obra es incierto porque ya son varias las veces que se ha tratado de ofrecer en varias casas de subastas, además de alguna galería. Si queremos recapitular primero debemos empezar por el principio y ese principio es el origen de este dibujo del que no se sabía mucho hasta hace casi dos décadas.
No parece que existan dudas si se afirma que esta obra fue realizada a instancias de Pere Romeu, uno de los amigos de Picasso en la Barcelona de finales del XIX y alma de la mítica cervecería. Está claro que Romeu fue lo suficientemente sabio como para apreciar el talento de aquel desconocido joven con una prodigiosa manera de dibujar.
Picasso tomó el testigo de Ramon Casas y realizó algunos encargos. Pero el más importante de los dibujos que trazó para el establecimiento modernista fue destinado a su menú. Que Picasso se volcó en aquello lo prueban los varios dibujos preparatorios que el pintor hizo y que afortunadamente se conservan en los fondos del Museu Picasso. Gracias a ellos, un total de seis bocetos, podemos saber que muy probablemente empezó tomando apuntes de lo que sucedía en Els 4 Gats. Incluso, gracias a estas composiciones, podemos saber que el artista dudó sobre quién debía ser la figura principal de la escena: una mujer o un hombre. Finalmente optó por la segunda opción con un personaje que podríamos calificar como el prototipo de hombre modernista por su vestuario con sombrero ancho y anchos pantalones. El resultado final apareció como portada del menú y con un retrato de Pere Romeu por Ramon Casas como contraportada. Todo un lujo para Picasso que tenía en ese momento a Casas como uno de sus modelos como pintor y al que superaría con creces.
No se sabe qué pasó después con la composición. Desde luego no acabó entre los papeles personales del artista porque, de ser así, Picasso, tan cuidadoso con la conservación de su obra, la habría tenido y muy probablemente la habría donado al museo que lleva su nombre en Barcelona. Si especulamos no sería equivocado imaginar que un agradecido Picasso entregara la obra a su querido Pere Romeu, probablemente en 1899 o en 1900. Pero, insistamos en ello, es especulación.
En 1999 la obra, tras casi un siglo perdida, volvió a la luz siendo llevada a Josep Palau i Fabre para que lo certificara, cosa que hizo. Se conserva, entre los papeles de Palau, el nombre de la persona que le entregó la pieza. Probablemente esa persona sea la clave para conocer de dónde surgió esta polémica que llegó a Mónaco.
✕
Accede a tu cuenta para comentar