Salud
Sant Joan de Déu recibe la licencia para fabricar y suministrar reproducciones de órganos impresas en 3D
Es el primer centro catalán y segundo a nivel español autorizado para abastecer de estos modelos anatómicos, que permiten planificar con precisión las cirugías complejas, a otros centros
En 2013, en el Hospital Sant Joan de Déu tuvo lugar la primera intervención planificada con una reproducción de un órgano en 3D para ganar en precisión y seguridad durante el proceso de extirpación de un tumor pediátrico. Tres años más tarde, el centro apostaba decididamente por este sistema de reproducción de modelos anatómicos a través de la impresión en 3D para permitir a los cirujanos planificar las intervenciones más complejas antes de entrar a quirófano al crear una unidad dedicada específicamente a ello.
Y es que como señala Arnau Valls, responsable técnico de la Unidad 3D del Hospital Sant Joan de Déu, “el que el cirujano puedan disponer de una reproducción del órgano y la anatomía del paciente al que ha de intervenir le da la opción de practicar la operación tantas veces como quiera para planificar esa cirugía de manera que, cuando entre a quirófano, tiene la intervención tan minuciosamente estudiada y planeada que se consiguen mejores resultados, mayor precisión y máxima seguridad”. “En ocasiones, gracias a esta técnica, se ha logrado reducir el tiempo de las intervenciones hasta en un 40%”, señala Valls.
La reproducción de modelos anatómicos tiene además una segunda aplicación más allá de la protocolización de cirugías. Y es que ésta es muy útil también en el ámbito de la docencia y la formación, puesto que permite a quienes participan en un curso médico poner en práctica en un modelo en 3D aquello que el docente explica o muestra.
Pero además, la tecnología de impresión 3D también permite la fabricación de herramientas muy personalizadas, concretas y específicas que facilitan la labor del cirujano, ofrecen mayor precisión y favorecen el que la intervención se desarrolle tal y como se había planificado previamente. Por ejemplo, “durante la planificación de la intervención, el cirujano comprueba que debe realizar un corte en un lugar muy concreto de la anatomía del paciente y con una forma muy concreta y precisa y con la impresión 3D nosotros podemos crear la herramienta que mejor se adapte a sus necesidades”, explica Valls.
Un trabajo multidisciplinar
El proceso para llevar a cabo un reproducción anatómica a partir de la impresión en tres dimensiones parte de un TAC o una resonancia, una imagen con suficiente definición como para poderla imprimir en tres dimensiones con cuatro posibles materiales en función de la aplicación final: resinas, termoplásticos, materiales cerámicos o siliconas. “El modelo puede estar listo en 24 horas, pero, teniendo en cuenta que antes de la impresión es necesario llevar a cabo una preparación en tres dimensiones en la que se representa virtualmente cómo será la cirugía y los diferentes abordajes que ésta plantea, lo habitual es tardar entre 2 y 3 semanas”, comenta Valls.
Así pues, la unidad cuenta con un equipo multidisciplinar, formado por radiólogos y técnicos de imagen, cirujanos e ingenieros, que trabajan conjuntamente y de forma coordinada en la fabricación de esas reproducciones de órganos impresos en 3D. Más allá de los recursos humanos, la unidad dispone también de seis máquinas de impresión de tres tecnologías diferentes, lo cual permite imprimir en diferentes materiales y con distintas precisiones.
Tras casi una década de trayectoria y con un gran capital humano y tecnológico, el año pasado, la unidad completó hasta 204 reproducciones, entre órganos y herramientas para apoyar la cirugía, pero además, a finales de año, recibió la licencia para la fabricación de productos ortopédicos a medida por parte de la Generalitat y la Agencia Española de Medicamentos. Hasta ahora, la fabricación de dispositivos médicos aún no estaba regulada en el marco europeo, de manera que la mayor parte de los hospitales que los fabricaba o usaba lo hacía internamente o en el contexto de la investigación. Pero en mayo, se aprobó una nueva normativa europea que establece dicha licencia como requisito indispensable para poder fabricar productos sanitarios a medida y 3D con fines sanitarios o educativos.
De manera que, la concesión de esta licencia convierte al Hospital Sant Joan de Déu en el primer hospital de Cataluña, y el segundo en España tras el Gregorio Marañón, que puede fabricar y suministrar a otros centros hospitalarios impresiones de modelos anatómicos en tres dimensiones, así como herramientas de soporte a la cirugía.
Llegados a este punto, el campo de la impresión en 3D en el ámbito quirúrgico aún tiene margen de mejora e innovación y, en este sentido, Valls comenta que “habría que mejorar los materiales para que tengan propiedades más parecidas a los órganos reales y potenciar la posibilidad de hacer una resonancia durante la intervención para pasarla a imagen a partir de la cual hacer una reproducción 3D que pueda compararse con la planificación realizada antes de la intervención y corregir aquello que no se corresponda con lo que estaba programado previamente”. “Ahora lo estamos implementado como prueba piloto en el hospital, pero queremos generalizarlo porque aporta aún más precisión”, concluye Valls.
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