La extraña destrucción del archivo de Heribert Barrera

La semana pasada ingresó en el Arxiu Nacional de Catalunya uno de esos fondos documentales que sorprendentemente no formaban parte de sus colecciones. Se trata del legado, mejor dicho, lo que queda del legado del que fuera presidente del Parlament, Heribert Barrera, un político que generó numerosas polémicas en sus últimos años de vida.

Poco después de su muerte, la viuda de Barrera Misericòrdia (Cori) Pellicer, no trató como se esperaba los papeles que se conservaban en el despacho personal de su marido, fallecido en 2011. Diez años después, y con la ayuda de gente de su entorno, la viuda del político inició la inexplicable destrucción de algunos de los papeles guardados. No se han llegado a conocer los motivos de una decisión que se ha traducido en la desaparición definitiva de cartas y fotografías. En ningún momento la Generalitat, concretamente la conselleria de Cultura, fue informada de lo que estaba pasando con los recuerdos de Barrera.

El resto, lo que ha quedado, estaba a punto de salir al mercado, probablemente en alguna subasta. Fue el pasado mes de septiembre cuando se encendieron las alarmas y llegaron a la conselleria los ecos del drama de los documentos de Barrera. Fue a través de un portal dedicado a la venta de piezas de todo tipo, especialmente accesible a coleccionistas y llamada Todocoleccion. Fue allí donde empezaron a anunciarse pequeños lotes con algunos de los documentos del archivo. Todavía hoy mismo es fácil encontrar algunos de esos papeles, algunos tan curiosos como un dibujo del Pilarín Bayés representando el Parlament o un cartel de los Xiquets de Valls, ambas dedicadas a Heribert Barrera. También aparecen aún algún homenaje a Companys o distinciones que fueron propiedad de Barrera.

Tras realizar una investigación, en la que fue importante contactar con el anticuario que había adquirido algunos de los documentos del político, el Departament de Cultura pudo saber que en julio del pasado año se destruyó y dispersó buena parte del archivo. Tampoco se descarta que sigan apareciendo, como puede verse en Todocoleccion, más papeles en venta de quien fuera presidente del Parlament.

Entre lo que se ha podido salvar, es decir, lo que ha llegado al Arxiu Nacional de Catalunya, hay fundamentalmente correspondencia recibida por su productor entre los años 1940 y 1980, es decir, durante el exilio en Francia (1939-1952), la clandestinidad (1952-1976), y la transición democrática y la legalización de ERC (1976-1980). Este importante epistolario lo forman 308 cartas manuscritas y mecanoscritas procedentes de 67 corresponsales. Entre ellos, según informa la institución, destacan las cartas recibidas de militantes y políticos republicanos (Francesc Dalmau y Norat, Claudi Ametlla, Laureà Dalmau, Ventura Gassol , Mariano Rubió y Tudurí , Fermí Palau y Casellas, Joan Alavedra , Joan Sauret, Augusto Pi y Sunyer o Jaume Miravitlles ); también encontramos políticos del ámbito socialista (como Joan Aleu i Bolsillo y Josep Pallach ) y anarquista ( Víctor Alba). Del mundo de la cultura y los medios sobresalen los periodistas (Manuel Tarín Iglesias, Artur Bladé y Alexandre Cirici i Pellicer), escritores y poetas ( Joan Triadú , J.V. Foix , Josep Palau i Fabre, Joan Brossa , Roger Barthe, Rafael Tasis, Joaquim Camps i Arboix, Salvador Espriu , Mariano y Albert Manent y Jaume Canyameres), filólogos (Santiago Pey, Josep Ballester y Roca, Joan Colomines ), el geógrafo Josep Iglesies y el etnólogo y folclorista Joan Amades.

También se han adquirido dos álbumes integrados por 22 y 73 fotografías más 16 fotografías sueltas –en total 111, positivos blanco y negro–, que es posible datar entre los años 30 y 70 del pasado siglo. El primero es el más relevante y está dedicado por el dirigente anarquista Agustí Salvador Quemades a su amigo Martí Barrera, consejero de Trabajo de la Generalitat republicana. Las 22 imágenes que contiene nos trasladan hasta el regreso a Barcelona el 1 de marzo de 1936 del presidente Companys y el Govern hasta entonces encarcelado por los Hechos de Octubre de 1934, como resultado de la amnistía decretada después de la victoria electoral del Frente Popular. El segundo álbum reúne 73 fotografías, mayoritariamente, imágenes de la vida familiar de los Barrera en el exilio, visitas de otros exiliados y oficiales del presidente Companys.