Borràs evita dar explicaciones públicas mientras crecen las peticiones de dimisión

Avalancha de peticiones para que dimita Laura Borràs como presidenta del Parlament. Borràs, la dirigente más destacada de JxCat junto a Carles Puigdemont, ha quedado muy señalada por la gestión que ha hecho en su primer envite al Estado: tenía que decidir si obedecer y retirar el acta de diputado al cupero Pau Juvillà o desobedecer tal y como había predicado hasta ahora. Finalmente, ha optado por la primera opción y, además, lo ha hecho a hurtadillas, lo que ha desatado una gran indignación en todo el arco parlamentario.

De entrada, tanto los Comunes como Ciudadanos y Vox han pedido la dimisión inmediata de Borràs. La CUP, en cambio, ha evitado llegar a este extremo, pero sí se ha mostrado muy crítica y ha pedido más explicaciones. Sin embargo, la presidenta de la cámara catalana ha evitado dar explicaciones públicas de forma inmediata (es posible que las dé la semana que viene a puerta cerrada, ante la Junta de Portavoces) y se ha limitado a permitir una investigación interna, que liderará la secretaria general Esther Andreu y que consistirá en elaborar un informe sobre lo ocurrido entre el 27 de enero y el 4 de febrero.

Entre esas fechas, ha habido poca transparencia en la forma de proceder de Borràs, según critican todos los grupos (algunos la acusan de mentir): mientras en pública decía que no iba a retirar el acta de diputado a Juvillà, de espaldas al público ya se había formalizado ese trámite. Juvillà fue condenado por el TSJC por un delito de desobediencia y la Junta Electoral ha ordenado retirarle el acta: Borràs ha acatado.

“Creemos que lo que ha sucedido en el Parlament es una tomadura de pelo, ha engañado a los diputados, a los periodistas y a los ciudadanos”, ha reprochado el diputado de los Comunes, David Cid. “Convocó un pleno en el cual Juvillà no estaba convocado y solo lo reconoció al día siguiente”, ha afirmado Cid. “La presidenta del Parlament debe dimitir y emplazamos a CUP y ERC que le retiren la confianza”, ha señalado, quien también ha suavizado las formas con Esquerra y ha asegurado que se mantendrán en una “posición constructiva” con el Govern y evitarán actuar como los de Pere Aragonès en el Congreso con la reforma laboral.

Por su parte, el diputado de Ciudadanos, Nacho Martín Blanco, también ha pedido la dimisión de Borràs ya que su presidencia está resultando una “degradación institucional”. “Pedimos la dimisión por falta de transparencia, por la degradación institucional que ha generado por el sectarismo”, ha recriminado Martín Blanco, quien también ha acusado a Borràs de usar a “los funcionarios como escudos humanos”.

Finalmente, el portavoz de Vox, Juan Garriga, también ha reclamado la dimisión de Borràs, aunque ha pedido antes la comparecencia para que dé explicaciones sobre lo ocurrido con el escaño de Juvillà y ha advertido de que tampoco descartan acciones penales. “Queremos saber si los funcionarios han sido amenazados o instrumentalizados por los políticos de esta cámara. Queremos saber cuál es el futuro de este diputado, porque tememos lo peor, que le sigamos pagando el sueldo por recolocarse en un chiringuito”, ha planteado Garriga.

CUP

Por su parte, la diputada de la CUP, Eulàlia Reguant, se ha mostrado más prudente. “Entendemos que quizás sí caben más explicaciones, pero no entraremos a si Borràs debe dimitir o no”, ha señalado Reguant, que ha mostrado sus críticas a la forma de proceder de la presidenta de la cámara porque no convocó a Juvillà al pleno del jueves, lo que ya daba a entender que se le había retirado el escaño, pero sin comunicárselo. La cupera tampoco ha aclarado qué harán con el escaño de Juvillà: si harán correr ya la lista o esperarán a que se pronuncie el Tribunal Supremo.