Historia

El buque Juan Sebastian Elcano triunfa en su regreso a Barcelona

El bergantín vuelve a la capital catalana tras 18 años de ausencia

El Juan Sebastián de Elcano en Barcelona
El Juan Sebastián de Elcano en BarcelonaAYUNTAMIENTO DE CARTAGENAAYUNTAMIENTO DE CARTAGENA

Subirse al buque escuela Juan Sebastián Elcano es subirse a un pedazo de la historia de España. Al fin y al cabo, sus 100 años de vida y sus innumerables vueltas al mundo así lo atestiguan.

El buque volvió esta semana a Barcelona tras 18 años de ausencia. En esta ocasión, el motivo de la expedición se debe a la conmemoración del «V Centenario de la primera vuelta al mundo Magallanes-Elcano (1519-1522)», todo un acontecimiento en la historia de España y mundial. Así las cosas, durante seis meses el Barco Escuela se encargará de formar a los guardamarinas, futuros oficiales de la armada, mientras realiza labores en alta mar.

Vivir en un barco no es tarea sencilla aunque si se trata de Elcano la cosa cambia. Este navío es el más representativo de la Armada en España gracias a la gran historia que le envuelve. Así, botado en el año 1928, el barco ha sido destinado a múltiples fines donde la formación centra el núcleo de su navegación. Joaquin Rivadulla, oficial en su tercer año de instrucción, asegura que resulta «muy gratificante ejercer dentro de Elcano la vocación» de toda su vida.

Todo cambia a bordo del buque. La ducha, pequeña debido a las características de los navíos, no cuenta con agua caliente debido a los movimientos de la mar, algo que para sus miembros se convierte en «habitual» cuando llevas días en él. La intimidad también es otro punto muy distinto en la vida de los embarcados. Durante meses comparten espacios reducidos como las literas o los pasillos haciendo que muchos de ellos establezcan relaciones sin igual gracias. Así, sus integrantes deben realizar las tareas que les formen para en un futuro ser parte importante dentro de la Armada.

La vida sobria se convierte, además, en un punto clave del día a día para Rivadulla y el resto de la tripulación. Saber convivir con «pocas cosas» fomenta que los miembros de la Armada se adapten a uno de los lugares más peligrosos e inhóspitos del planeta, el mar. El Mediterráneo, por extraño que parezca, puede ser uno de los mares más hostiles. Sus diferencias térmicas lo convierten en todo un desafío y una verdadera prueba de fuego para todos aquellos que se instruyen a bordo de este emblemático buque.

Dentro del navío se puede vivir la mezcla entre historia y actualidad científica. Aunque cuatro velas sean las que guían al buque en sus travesías también cuenta con un motor que junto a todo tipo de aparatos de medición permiten a los encargados manejar e informar en todo momento de la situación del barco.

Además, con motivo del V centenario esta vuelta al mundo cuenta con un invitado muy destacado. Por primera vez un periodista e historiador se ha embarcado en el buque para contar todo aquello que sucede y acercar a todos aquellos que desconocen sus características las singularidades de Elcano.

Gonzalo Jiménez Tapia acompañará a los más de 200 miembros de la tripulación de esta embajada española flotante. En su llegada a Barcelona el historiador reconoce la fascinación que le ha producido pasar un mes ya en el buque donde ha sido aceptado de forma «fenomenal» por la tripulación. Además, Tapia destaca el gran ambiente cercano que se vive en el navío donde las relaciones entre todos los miembros se centran en un gran «respeto por la jerarquía».

Así las cosas, el periodista ha conseguido adaptarse a las mil maravillas durante el tiempo que lleva a bordo. Además, gracias a la ayuda de toda la tripulación pretende poder moverse “como uno más” en cada nivel organizativo dentro de la gran familia que supone el navío. Aunque destaca que todavía no le han hecho falta las tres cajas de biodramina que compró en Madrid, Tapia es consciente de las singularidades que esconde el mar.

El 94º Crucero de instrucción comenzó el pasado 12 de febrero desde Cádiz, como es habitual tras zarpar primero del Arsenal de La Carraca (San Fernando). Además de Cádiz y Barcelona, el Juan Sebastián de Elcano visitará otros diez puertos: Atenas (Grecia), Civitavecchia (Italia), Praia (Cabo Verde), San Juan (Puerto Rico), La Habana (Cuba), Miami (EE.UU.), Saint Maló (Francia) y los puertos españoles de Santander, La Coruña y Marín para regresar a Cádiz el 21 de julio