Lejos del "procés"

España ya roza el lleno en su regreso a Cataluña

Vuelve 18 años después, en el estadio del Espanyol y con 32.000 entradas vendidas hasta la fecha de un aforo de 40.000. Pasa de la hostilidad del “procés” a ser recibida con los brazos abiertos

El seleccionador español Luis Enrique
El seleccionador español Luis EnriqueAlejandro GarciaAgencia EFE

Lejos ha quedado ya la hostilidad del “procés”, la politización del fútbol y el ambiente enrarecido en cualquier acto o evento deportivo relacionado con España. Que si Marc Márquez pasea o no la rojigualda, que si Rafa Nadal y su acento mallorquín, que si el himno en el Circuito... Polémicas estériles que alimentaban el relato del independentismo en los años más convulsos de la política reciente.

Ahora, con un movimiento adormecido y en sus horas más bajas, Cataluña recibe a la Roja 18 años después, con los brazos abiertos, 32.000 entradas vendidas de un aforo total de 40.000 -cuando quedan unas horas- y una grada de animación comandada por la entidad Barcelona con la Selección que será una fiesta desde el minuto cero.

O incluso desde antes de empezar, con una fan zone en los aledaños del estadio y una caravana previa que saldrá desde el barrio de Sarrià -muy cerca del antiguo estadio del Espanyol- y llegará hasta Cornellà, localidad colindante. El lleno casi absoluto cobra más valor al tratarse de un partido amistoso y contra un rival menor, Albania, sin nada en juego y en un estadio con una capacidad para 40.000 aficionados que lucirá prácticamente lleno, según confirman desde Barcelona con la Selección a partir de los datos de la RFEF. Es más, los asientos en la grada de animación se agotaron en horas.

La fiesta para celebrar la vuelta de la Selección de Luis Enrique evidencia que los años más ásperos del “procés” han quedado atrás, algo más de una década que empezó con la victoria de la Selección en el Mundial de Sudáfrica, que permitió ver a centenares de personas bajar por paseo de Gràcia con la rojigualda anudada al cuello y celebrar el gol de Andrés Iniesta en la fuente de Canaletas, en pleno corazón de Barcelona.

A las hostilidades del independentismo le siguieron luego las sucesivas polémicas políticas, con Ada Colau vetando en más de una ocasión la colocación de pantallas gigantes en el centro de Barcelona. Ahora, la alcaldesa de Barcelona cambia el paso y celebra la vuelta de la Selección: “Me parece normalidad deportiva que las diferentes ligas y selecciones puedan jugar en todas partes”, aseguró cuando se oficializó el regreso de España ante la burla del vicepresidente de la Generalitat, de Junts. “Solo me interesa un Cataluña-España”, replicó Jordi Puigneró.

Y el fútbol no es una excepción: Barcelona será la sede de la salida oficial de La Vuelta del año que viene, de 2023. La 78 edición de la ronda ciclista arrancará con una contrarreloj por equipos que recorrerá íntegramente las calles de la ciudad. La capital también acogerá la meta de la segunda etapa y será protagonista en momentos clave como son la gala de presentación de equipos o la grabación del spot oficial de la prueba.

Ya piden pantallas para el Mundial

Justo este viernes, Valents, el partido de los herederos de Valls, pedirá al Ayuntamiento que “facilite un espacio o equipamiento municipal” en el que habilitar pantallas gigantes para seguir los partidos de la Selección Española durante el Mundial de Fútbol de Qatar en noviembre y diciembre de este año.

Desde Valents, han propuesto espacios en la zona de Montjuïc, y han defendido que presentan esta medida con antelación para evitar “excusas por parte del gobierno de Colau y el PSC sobre la posible falta de previsión o tiempo”.