Salud

Vall d’Hebron pone en marcha el proyecto One Step Ictus para agilizar el tratamiento al paciente de ictus y mejorar su pronóstico

Gracias a esta iniciativa, la previsión es reducir el tiempo que trascurre entre la llegada del paciente con ictus isquémico a Urgencias del hospital y el inicio del tratamiento intervencionista de la hora actual a los 18 minutos

Simulación de cómo será la sala que se integra en el proyecto One Step Ictus
Simulación de cómo será la sala que se integra en el proyecto One Step IctusVall d'Hebron

El 80% de los pacientes que sufren un ictus, que es básicamente un deterioro neurológico súbito, es a causa de la obstrucción de una arteria y es lo que se conoce como ictus isquémico. En el pronóstico de estos pacientes juegan un papel clave dos factores: el tiempo de atención y los traslados intrahospitalarios.

Sobre la importancia de acortar los tiempos de atención, el doctor Alejandro Tomasello, jefe de la Sección de Neurorradiología Intervencionista del Hospital Vall d’Hebron, explica que “mientras pasan los minutos, el pronóstico del paciente va cayendo de forma dramática, porque pasa más tiempo sin llegar sangre al cerebro y las neuronas van cayendo por segundos, lo cual se asocia a un peor pronóstico funcional”. En cuanto a los movimientos intrahospitalarios. comenta que “a veces el paciente llega a Urgencias, después va al escáner, luego a la sala en la que va a ser tratado... y esos movimientos repercuten sobre el pronóstico, porque manejar la presión arterial de los pacientes con tanto desplazamiento y cambio de una camilla a otra es difícil”.

En este contexto, cabe señalar que el ictus es en muchos países la primera causa de mortalidad y la primera de invalidez y que, con una actuación más rápida, se estima que el 48% de los pacientes pueden llegar a lograr una recuperación clínica casi total después de ser sometidos a una trombectomía directa, que es el procedimiento estándar para extraer los trombos que causan el ictus, mientras que en el circuito tradicional ese porcentaje es del 27%.

Hace años, en Cataluña ya se desarrolló un protocolo de detección y traslado rápido de pacientes con ictus, sin embargo, a día de hoy, en los hospitales catalanes, el tiempo medio de atención, es decir desde que el paciente llega a la puerta de urgencias hasta que se procede a desatascar la arteria femoral mediante un proceso endovascular conocido como trombectomía es de entre 60 y 70 minutos. En este contexto, el Hospital Vall d’Hebron ha apostado por acortar estos tiempos para mejorar el pronóstico de estos pacientes y reducir el riesgo de secuelas mediante la puesta en marcha del proyecto One Step Ictus. “El objetivo es dar una vuelta más de tuerca para reducir el tiempo de atención hasta los 16 o 18 minutos, mientras que los traslados intrahospitalarios los disminuiremos en dos tercios”, indica Tomasello.

El jefe de la Sección de Neurorradiología Intervencionista explica esa significativa reducción de los tiempos al señalar que, en el circuito convencional, “el paciente llega en ambulancia a Urgencias, donde se le evalúa para luego llevarle a realizar las pruebas de imagen y, tras analizar esos resultados, es seleccionado y se traslada al angiógrafo, donde se inicia el tratamiento y todo ello provoca que se tarde de media una hora en empezar a realizar el procedimiento para desobstruir la arteria”. “Por contra, con One Step Ictus lo que se hará es llevar al paciente directamente desde la ambulancia a una sala a través de un nuevo pasillo creado en el marco de este proyecto, en la que se le estabilizará, se realizarán las pruebas de imagen pertinentes y una valoración para, inmediatamente, efectuar los tratamientos indicados y todo ello en un único espacio”. “Gracias a este proyecto, vamos a tener menos infarto residual y menos incapacidad”, añade Tomasello

Así pues, la sala One Step Ictus, que se ubicará en el actual espacio reformado de neurorradiología intervencionista, contará con una tecnología puntera que incluye un equipamiento biplano para realizar la trombectomía mecánica y un equipamiento para hacer el TAC antes, durante y después de la trombectomía y poder así evaluar la actividad cerebral del paciente, el cual dispone de unos raíles magnéticos sobre los que se desplaza permitiendo así someter al paciente al procedimiento sin necesidad de moverlo.

Soluciones digitales

Este proyecto, que se realiza a través de una Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Medtronic y Siemens Healthineers y tendrá una duración de cinco años, contempla además el uso de la plataforma digital SmartStroke, la cual integrará la información de la historia clínica con el resto de datos que genere el paciente a través de dispositivos médicos y varias aplicaciones digitales, tanto durante el ingreso como en el posterior seguimiento, permitiendo así la monitorización del proceso de forma integral. De hecho, la aplicación facilitará la comunicación directa con el paciente tras el alta, lo que permitirá hacer el seguimiento a distancia, las consultas telemáticas, así como el control de los factores de riesgo vascular y la monitorización de la rehabilitación desde el domicilio.

Además, tal y como indica Tomasello, “con todos esos datos podremos hacer autoevaluación e ir corrigiendo de forma muy cercana el proceso asistencial en sí”. “Se podrán detectar los problemas y corregirlos y personalizar los tratamientos”, añade. “Es una forma de hacer medicina diferente en el sentido de poder ofrecer procedimientos utraeficientes, por un parte, y por otra parte, todos estos datos que generamos, nos permitirán evaluarlos para tomar decisiones”, destaca el doctor, quien además indica que, en esta ocasión, “la licitación del proyecto no se ha basado en comprar material, por ejemplo, para mejorar la atención, sino en buscar soluciones para cumplir con un objetivo concreto como es, en este caso, reducir el tiempo de atención a los pacientes de ictus”.

El proyecto de One Step Ictus, del que se estima que se podrán beneficiar anualmente unos 560 pacientes de Vall d’Hebron -que atiende cada año a unos 1.800 pacientes con ictus isquémico y hemorrágico-, tiene un coste total de 18.195.676 euros y está cofinanciado por Fondos Europeos de Desarrollo Regional y el Programa Operativo 2014-2020 de Cataluña. La previsión es que en un año el proyecto, que se acaba de poner en marcha, ya esté completado.