Centros penitenciarios

Denuncian la violencia extrema de las agresiones a los funcionarios de las prisiones de Cataluña

Los sindicatos protestan ante el Parlament por esta situación

La consellera de Justicia, Lourdes Ciuró, en el Parlament
La consellera de Justicia, Lourdes Ciuró, en el ParlamentEuropa Press

La consellera de Justicia de la Generalitat, Lourdes Ciuró, afirmó que las agresiones a funcionarios de prisiones catalanas de este año han sido “mucho más virulentas, con mucha más agresividad y con mucho ensañamiento”.

Durante la sesión de control al Govern en el Parlament, y a preguntas de Junts, detalló que en los primeros seis meses de 2022 se han producido 23 agresiones a funcionarios de las cárceles que requirieron baja laboral, frente a las 20 que se produjeron en 2021.

También indicó que el departamento trabaja en un programa para que todos los diputados puedan visitar las cárceles y conocer el modelo penitenciario catalán, además de los que forman parte de la Comisión de Justicia del Parlament.

Lo dijo en respuesta al diputado de Vox Joan Garriga, que lamentó las agresiones que sufren los funcionarios de prisiones: “Visitan más la enfermería que usted las prisiones”.

Ciuró dijo que uno de los objetivos de la Conselleria es mejorar la seguridad y la vida en la cárcel para que el sistema penitenciario sea una auténtica “estructura de Estado”.

Por su parte, unos 200 funcionarios de prisiones convocados por los sindicatos UGT y CC.OO. de Catalunya, Csif y Acaip se manifestaron para reclamar partidas presupuestarias a la consellera, Lourdes Ciuró, para incrementar la plantilla y dar más seguridad a los centros para evitar las agresiones que sufren los trabajadores.

Los manifestantes se concentraron a partir de las 10 horas a las puertas del Parlament mientras alzaban pancartas de los sindicatos, tiraban petardos y gritaban: “Basta de agresiones a los funcionarios de prisiones” y “Ciuró dimisión”.

El portavoz de prisiones de UGT, Xavier Martínez, aseguró a los medios que se sienten “desprotegidos”, y que las agresiones que sufren cada vez son más violentas.

“Denunciamos que este 2022, según las estadísticas de la propia consellera, el 25% de la plantilla, un cuarto, será víctima de una agresión. La evolución constante de las agresiones graves es incesante”, manifestó.

Pidió el apoyo de todos los diputados del Parlament, “independientemente del grupo parlamentario en el que estén inscritos”, para poder aprobar resoluciones que les protejan, ya que las políticas penitenciarias de los últimos años permiten que los internos se sientan impunes tras una agresión o puedan iniciar situaciones de grave conflicto con repercusiones mínimas, en sus palabras.

“Queremos la aplicación de un régimen disciplinario que es el que prevé el reglamento, no pedimos ir más allá, sino que se aplique de una manera justa, y ahora mismo no se está haciendo”, ha zanjado.

CAMBIO DE MODELO

El coordinador de la agrupación de personal penitenciario de CC.OO. de Catalunya, Carlos Ardanoza, ha manifestado que “hacen falta medidas urgentes, respeto al colectivo penitenciario y un cambio en el modelo penitenciario” para frenar esta escalada de violencia y agresiones.

“Llevamos cuatro años de aumento continuado de las agresiones a personal penitenciario. Este semestre han incrementado un 50% las agresiones, es intolerable. Tenemos un plan de prevención de agresiones que ha fracasado”, ha manifestado.

Asimismo, el coordinador del sindicato Acaip de trabajadores penitenciarios, Francesc López, aseguró que en los últimos años los internos son “brutalmente más violentos”, lo que atribuye a las pocas herramientas que tienen los trabajadores para afrontar esta actitud de los internos.

El coordinador de Csif Presons, Alberto Gómez, ha explicado que dada la situación tan grave de violencia, “por primera vez se visualiza una unidad sindical”, ya que no solamente se han concentrado los sindicatos más representativos, sino también fuerzas que no tienen representación dentro de los servicios penitenciarios de Cataluña.

“Contentos de poder escenificar una unidad ante una situación en la que los agredidos no somos de ningún sindicato en concreto, porque hoy le tocará a uno de Csif y mañana a uno de UGT. Es una situación muy grave que requería esta unidad sindical”.