Tiempo de descuento

Amenazas de boicot y reproches: ERC y PSC llevan al límite los Presupuestos

Illa tilda de «intransigente» e «impotente» al Govern después de que amague con desmarcarse de las votaciones en el Congreso si no hay acuerdo

El líder del PSC, Salvador Illa
El líder del PSC, Salvador IllaPSC

La complicada y maratoniana negociación entre Esquerra y el PSC para los Presupuestos de la Generalitat sigue en el alambre. Ambos partidos han recrudecido sus posturas y han elevado el tono en esta nueva fase de las conversaciones, una recta final en tiempo de descuento por las urgencias del calendario parlamentario. A raíz de la cumbre hispano-francesa de Barcelona, el Govern juega con una nueva baza y amaga con no apoyar varias votaciones en el Congreso si no hay pacto. «Escuchando algunos comentarios, la amenaza es la manifestación más patente de la impotencia», replicó ayer el líder socialista, Salvador Illa, en el Consejo Nacional del partido. Una frase, la única, que pronunció en catalán y castellano y con evidente rotundidad.

Tras la fugaz participación de Pere Aragonès en la cumbre entre Sánchez y Macron –con plantón al himno incluido–, en el Govern dejaban caer que todavía quedan varios proyectos importantes para convalidar en el Congreso. Un elemento de presión más tras filtrar a los medios que el presidente catalán había hablado de las cuentas con Sánchez a las puertas de Museo Nacional de Arte de Cataluña.

Y ayer el líder de la oposición elevó el tonó y acusó al Ejecutivo de «intransigente» por no contemplar sus propuestas pese a la evidente minoría parlamentaria que suma con 41 escaños, 33 de ERC y 8 de los Comunes.

Dos de las condiciones planteadas por el PSC para apoyar los Presupuestos son la construcción del Cuarto Cinturón de Barcelona (B-40) en el Vallès Occidental, y el impulso del proyecto del Hard Rock en Vila-Seca (Tarragona). «He llegado a pensar que el Govern no conoce el territorio, que no ha estado en Sabadell y Terrassa ni en Vila-Seca y Salou y no sabe que necesitan proyectos para recuperar la prosperidad», zanjó el primer secretario socialista ante la plana mayor de la formación en Cataluña.

Para Illa, «sorprende la actitud intransigente del Govern. Parece que para ellos el problema no sean las propuestas sino el hecho de que las hace el PSC».Pese a sus reproches al Ejecutivo, el líder de la oposición mantiene su mano tendida para llegar a un acuerdo: «Mantenemos nuestro ofrecimiento. El PSC no cierra puertas, las abre».

«Pero no hemos venido a aguantarle el paraguas a nadie, hemos venido a construir una alternativa al Govern más débil de la historia», subrayó.

De hecho, el PSC juega también con el factor de que Esquerra es incapaz de acercarse a Junts para los Presupuestos. Es más, Illa abrió la puerta a que el acuerdo presupuestario que necesita el Govern para disponer de la mayoría suficiente para aprobar las cuentas no sea con los socialistas: «Si no le gusta nuestra propuesta, el presidente de la Generalitat tendrá que buscar apoyos en otros grupos parlamentarios. Es él quien tiene la obligación de proporcionar unos presupuestos a Cataluña».

En esta complicada negociación, el Ejecutivo de Pere Aragonès ha añadido un elemento de presión más y ha convocado para mañana lunes un encuentro con patronales y sindicatos para exponerles la situación.

«Si ponemos a las personas en el centro, es evidente que tendrían que sentirse presionados para aprobar el presupuesto. Simplemente para mejorar la vida de la ciudadanía y hacer frente a la situación social y económica», avisó también ayer la vicepresidenta del Govern, Laura Vilagrà, sobre esta cita que se celebrará en el propio Palau de la Generalitat.

Sobre la reunión, Vilagrà se limitó a decir que se trata de convocar a los agentes sociales para explicarles «en qué consistirá el presupuesto y cuáles serán las principales partidas».

De hecho, el Govern se enfrenta esta semana a varias pruebas de fuego también en el Parlament. En el pleno que se celebrará en la Cámara entre el martes y el jueves, los socialistas han registrado una moción para obligar al Ejecutivo a comprometerse con el impulso del Cuarto Cinturón, una medida que podría salir aprobada gracias a Junts.

Además, el calendario se comprime para lograr aprobar las cuentas dentro del primer trimestre de 2023 teniendo en cuenta que la tramitación en la Cámara puede alargarse un mes y medio. Un factor clave para Aragonès, con la inflación disparada y las municipales a la vuelta de la esquina.

Junts pone el grito en el cielo por el ninguneo

El secretario general de Junts, Jordi Turull, reprochó este sábado a ERC que esté negociando un acuerdo de presupuestos con el PSC: «Nos dijeron que éramos el socio prioritario pero han preferido coquetear con los que dicen que todo ha terminado». «Estamos viendo algo inaudito. Estamos viendo cómo se están dejando arrastrar», reiteró.