Pedofilia

Detenido en Sant Pere de Ribes el pederasta más buscado de esta década

Llevaba seis años grabando las agresiones sexuales con su móvil hasta que fue captado por la Policía australiana

La operación fue llevada a cabo por la Policía Nacional
La operación fue llevada a cabo por la Policía NacionalPolicía Nacional

La Policía Nacional detuvo a un presunto pederasta “peligroso” en Sant Pere de Ribes el 11 de enero, que ingresó en prisión provisional dos días más tarde, ha informado el cuerpo policial a Europa Press este lunes.

Desde 2016, el hombre supuestamente grababa con su móvil las agresiones ocultando siempre su rostro para después subirlos a Internet y adoptaba “fuertes medidas de seguridad” para no ser descubierto.

La policía de Queensland (Australia) fue quien detectó en primer lugar los vídeos y dio la alerta al cuerpo español a través de la Interpol.

Los investigadores han avisado a seis víctimas de entre 3 y 10 años, todos ellos niños y del entorno del detenido, en ocasiones por amistad con sus padres.

El detenido fue monitor de menores en diferentes clubes de fútbol de la zona, por lo que la investigación continúa abierta y no se descarta la aparición de nuevas víctimas.

En el registro de su vivienda los agentes incautaron cuatro discos duros, tres tarjetas de memoria, un teléfono móvil y una cámara de acción, y encontraron “mucha pornografía infantil poco conocida” descargada de la ‘Dark Web’.

Los agentes han utilizado técnicas de reconocimiento de imagen y de inteligencia policial para obtener la identidad del detenido: el análisis de las grabaciones acreditó que estaban grabadas en España y el estudio de cómo se expresaba el investigado y de los rasgos parciales confirmó que era una persona sospechosa y que podía estar teniendo contacto con menores en la actualidad.

Así, los agentes, a través de una fotografía en la que aparecía parcialmente el exterior a través de una ventana, determinaron que se había grabado en el partido judicial de Vilanova i la Geltrú.

El hombre, de 42 años y nacionalidad boliviana, grababa las agresiones con su teléfono móvil y después las subía a la Dark Web donde quedaban a la disposición de pederastas de todo el mundo. A estas alturas se han confirmado seis víctimas, todas ellas de entre 3 y 10 años y pertenecientes al entorno más próximo del detenido.

La investigación se inició después de que agentes de la Policía Nacional especializados en estos tipos de delitos detectaran unas imágenes de abusos sexuales a menores. El hombre de las grabaciones ocultaba el rostro y los vídeos estaban grabados con escasa calidad, por lo que se recurrió a técnicas de reconocimiento de imágenes facilitadas por la Interpol.