Este es el bar más pequeño de Barcelona (el único en el que se bebe en la calle)

Barcelona es una ciudad repleta de bares de lo más emblemáticos. Algunos se distinguen por su longevidad, otros por su popularidad, algunos por su originalidad, u otros por sus precios económicos. Sin embargo, solo hay uno que puede presumir de ser el "bar más pequeño de Barcelona".

Se trata de La Cazalla, que más que un bar es una barra al final de la Rambla, concretamente en la calle del Arc del Teatre. Un sitio de dos metros cuadrados que en los años 80 llegó a ser parada obligatoria y final de trayecto de la ruta festiva que arrancaba en la plaza Reial y recorría improvisadamente los antros del barrio.

El local está en activo desde 1829, sin embargo, el establecimiento que lleva el nombre de Kiosco Cazalla fue fundado por Pepe Belaña en 1912, después de que se legalizara la comercialización y venta de bebidas alcohólicas.

Su nombre se debe a una costumbre entre obreros y estibadores del puerto que consiste en tomarse un lingotazo de cazalla antes de entrar a trabajar hacia las cinco de la mañana, hecho de anís seco y uvas pasas que después de su proceso de fermentación de un año llega a 60% se sirve en chupitos. Una copa que costaba solo diez céntimos y se servía con una pasa de corinto dentro, conocida como "mosca".

El local cerró a finales de los 90, pero resurgió de sus cenizas en 2005 de la mano de José Ángel de la Villa. Otra curiosidad de este establecimiento es que es el único bar en Barcelona en el que se bebe en la calle.