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Éxodo urbano: los barceloneses abandonan cada vez más la ciudad

Más de 70.000 personas abandonarán la capital catalana en los próximos cinco años a otras poblaciones del área metropolitana

Una vista de la ciudad de Barcelona y su área metropolitana
Una vista de la ciudad de Barcelona y su área metropolitanaEuropa Press

En un estudio titulado «Rural y Urbano: migraciones, entorno residencial y estructuras de oportunidad», desarrollado por el Instituto Metrópoli bajo la solicitud del Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona (PEMB), la Asociación de Iniciativas Rurales de Cataluña (ARCA), y la Asociación Catalana de Municipios (ACM), se revela un fenómeno creciente: un aumento significativo de la población que abandona las ciudades para establecerse en áreas rurales en Cataluña.

Según las «Estadísticas de Variaciones Residenciales», en 2021 se registraron 16.300 migraciones de este tipo, marcando un incremento de casi 4.000 en comparación con 2019 y 6.000 más que en 2015. Este fenómeno alcanzó su punto máximo durante la pandemia en 2020, con 17.105 migraciones, aunque este año estuvo marcado por circunstancias anómalas, como confinamientos y empadronamientos temporales en segundas residencias.

A pesar de ser un fenómeno minoritario, representando aproximadamente el 10% del total de migraciones urbanas, los registros en el primer año pospandémico se mantienen elevados, aproximándose a los números de 2007, el último año del auge inmobiliario caracterizado por la suburbanización intensa, especialmente en la región metropolitana de Barcelona.

En cuanto al impacto en las áreas rurales, en 2021, el 40.1% de las nuevas inscripciones padronales en áreas rurales de Cataluña provinieron de ciudades grandes, mostrando un aumento del 5% desde 2019. Esto indica un saldo migratorio positivo en las áreas rurales y semidensas en contraste con un saldo negativo en las grandes ciudades, considerando los cambios residenciales internos en Cataluña.

En la región metropolitana de Barcelona, la tendencia es similar pero menos pronunciada. Solo el 2.4% de las migraciones urbanas en 2021 siguieron este patrón urbano-rural, con un total de 2,659 migraciones, un aumento moderado desde 2019. La mayoría de las personas que realizan estos cambios son autóctonas (88.5%) y tienen una edad media de 36 años, sugiriendo una tendencia hacia las familias jóvenes.

Según la Encuesta de Cohesión Urbana (ECURB), cerca de la mitad de la población que abandona la ciudad lo hace principalmente para mejorar su vivienda y/o entorno residencial (47.3%), seguido por razones familiares (35.4%) y en menor medida, motivos laborales (8.1%) o económicos (7.5%) relacionados con la vivienda. A partir de la ECURB, se estima también que, como mínimo, entre 2023 y 2027, en la región metropolitana de Barcelona, casi unas 70.000 personas migrarán de áreas urbanas a áreas semidensas o rurales (51.000 dentro de la misma región metropolitana y 18.000 en un municipio del resto de Cataluña). Sin embargo, hay mucha más población que, si pudiera, lo haría.

En las áreas semidensas y rurales, la mayoría de la población es propietaria de su vivienda (80.1%) y está satisfecha con su entorno residencial. Sin embargo, la cobertura de servicios y equipamientos es inferior en comparación con las áreas urbanas, especialmente en transporte público, lo que implica desplazamientos más largos y menos comodidad en la movilidad diaria. Especialmente en cuanto a los Centros de Atención Primaria (CAP) (sólo un 7,9 % de los residentes en áreas semidensas y rurales disponen de uno a menos de 500 metros), en la red ferroviaria de transporte público (13,4 %), en las bibliotecas (14,6 %) y en los centros de día (15,9 %).

El estudio destaca que más de la mitad de la población residente en áreas semidensas y rurales de la región metropolitana de Barcelona realiza actividades fuera de su municipio de residencia, con el trabajo siendo la más relevante. Dos tercios de la población ocupada en estas áreas trabajan en otro municipio de la región, subrayando la necesidad de movilidad en un contexto de infraestructura de transporte público insuficiente. Entre la población ocupada de las áreas semidensas y rurales, 2 de cada 3 personas trabajan en otro municipio de la región metropolitana de Barcelona. Sin embargo, cabe señalar que esta proporción también es elevada en las grandes ciudades de las coronas metropolitanas y se asocia al proceso de metropolitanización. Sólo la ciudad presenta un patrón significativamente diferente, donde la mayoría de la población ocupada (53,3%) trabaja en el mismo municipio de residencia. En cuanto al teletrabajo, también es mayor en el municipio de Barcelona (37,6%), seguido de las áreas semidensas y rurales (27,7 %).