Salud mental
Bellvitge incorpora a la sanidad pública un nuevo procedimiento para tratar la depresión resistente
La estimulación magnética transcraneal cuenta con gran tradición en Estados Unidos y está disponible en centros privados pero hasta ahora no se podían beneficiar de la misma los usuarios públicos con depresión resistente, que representan entre el 20% y el 40% del total.
Entre un 20% y un 40% de los personas que sufren depresión no responden a los tratamientos convencionales pese a no tener patologías somáticas subyacentes, trastornos psiquiátricos comórbidos ni haber demostrado una falta de adherencia a los fármacos prescritos. Es en este contexto cuando se considera que el episodio depresivo se ha hecho resistente.
Para estas personas, que sufren una enfermedad crónica altamente discapacitante con un gran impacto en todos los ámbitos de la vida, las alternativas terapéuticas a día de hoy son básicamente tres. Tal y como explica el doctor Mikel Urretavizcaya, coordinador de la Unidad de Depresión Resistente y Neuromodulación del Servicio de Psiquiatría del Hospital de Bellvitge, "existe una opción farmacológica de un medicamento nuevo que es la esketamina intranasal y la opción de las técnicas de neuromodulación, principalmente la terapia electroconvulsiva y la estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr), que cuenta, ésta última, con una gran tradición en Estados Unidos, pero que en Cataluña no estaba a disposición de los usuarios de la sanidad pública" hasta ahora, cuando el Hospital de Bellvitge a incorporado la EMTr a su cartera de servicios, siendo así el primer centro público catalán que dispone de este procedimiento para tratar a sus pacientes.
Una nueva alternativa
Sobre la trascendencia de este hecho, Urretavizcaya indica que "hay una serie de enfermos con depresión resistente que no responden al tratamiento farmacológico o que no lo toleran bien y que además no cumplen los criterios para hacer terapia electroconvulsiva, quizá porque no tiene un grado de resistencia tan grave o una sintomatología determinada. A estos pacientes no les podíamos aplicar una opción de tratamiento y con ellos íbamos haciendo lo que podíamos: si el problema era que no toleraban bien los fármacos, o íbamos combinando diferentes fármacos o les poníamos dosis más bajas, pero como pasa en las infecciones, si nos las tratas con un nivel mínimo de antibiótico, no consigues eliminarla". "Puesto que no les podíamos dejar sin nada, íbamos jugando un poco con lo que el paciente toleraba".
Al respecto, el coordinador de la Unidad comenta que "existen muchos tipos de depresiones y lo que hacemos es valorar las características clínicas, su gravedad y los factores que están influyendo en las mismas para clasificarlas y, en función del tipo que sean y siempre de forma consensuada con el paciente, ofrecemos una opción terapéutica u otra". Sin embargo, hasta ahora el sistema sanitario catalán no tenia la capacidad de ofrecer a una serie de enfermos que no responden a los tratamientos habituales la estimulación magnética transcraneal repetitiva, que, por tratarse de un procedimiento poco invasivo y sin apenas efectos secundarios - máximo una cefalea leve o mareo no persistentes-, cuenta con una población candidata mucho más amplia que la terapia electroconvulsiva, que estaría indicada para un tipo de paciente con una gravedad mayor y provoca más efectos secundarios. De hecho, se estima que se beneficiarán de este procedimiento en torno a los 80 pacientes anuales.
Diversas aplicaciones
En concreto, la EMTr consiste en un procedimiento de neuromodulación basado en la aplicación de estímulos eléctricos focales sobre diferentes regiones de la corteza cerebral mediante una bobina electromagnética colocada en el cuero cabelludo. Se trata pues del uso de pulsos electromagnéticos de baja intensidad para estimular la actividad cerebral, de manera que es un técnica eficaz para el tratamiento de otros trastornos como el Obsesivo Compulsivo (TOC) resistente y, además, se está probando también en algunos casos de esquizofrenia. Al respecto, Urretavizcaya explica que "en las enfermedades mentales hay una parte importante que es la alteración de los circuitos neuronales y dependiendo de la enfermedad hay unos circuitos más alterados que otros. Con las técnicas de neuromodulación lo que se intenta es modular esos circuitos y dependiendo de donde ésta se aplique es útil para un tipo de enfermedad u otro".
En cuanto a su aplicación, ésta es bastante estándar en la fase aguda y se concreta en unas 30 sesiones de 10 a 20 minutos de lunes a viernes. "El tratamiento se prolonga durante unas seis semanas", indica el doctor, quien, pese a que el porcentaje de respuesta positiva a la EMTr está entre el 50% y el 60%, considera que "el que el tratamiento sea eficaz en la mitad de los casos ya es mucho, porque hemos de tener en cuenta que se trata de pacientes resistentes". Este procedimiento se combina, en la mayoría de los casos, con otros tratamientos, ya sea con antidepresivos, aunque probablemente en dosis más bajas, como con un abordaje psicológico. "Cada vez vamos más a tratamientos conjuntos". concluye Urretavizcaya.
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