Sequía
Los dos últimos otoños fueron los más cálidos de la historia de Cataluña
Frente al contexto de sequía actual, la Aemet también prevé un invierno más caluroso y más seco de lo normal
Tras las inusuales temperaturas que se han producido durante los últimos meses en Cataluña, los expertos ya califican el otoño de 2023 como «extremadamente cálido» y seco. Así lo anunció ayer el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología en Cataluña (Aemet), Ramón Pascual, quien también avanzó una previsión de invierno con pocas lluvias y temperaturas por encima de lo normal.
Pascual compareció en una rueda de prensa en la Delegación del Gobierno en Cataluña, junto a la jefa de Climatología, Beatriz Téllez, y el jefe del grupo de Predicción y Vigilancia, Ibai Campo. En esta, explicó las «anomalías» de este período, así como las temperaturas registradas, precipitaciones y previsión para enero, febrero y marzo de 2024. Aseguró que en Cataluña la situación de sequía es de larga duración y «muy acusada», puesto que se acumula desde hace 36 meses (3 años), con valores muy elevados en las provincias de Girona (-3) y Barcelona (-4).
El delegado de Aemet, además, dijo que se trata de la sequía «más intensa» en el territorio desde el inicio de la serie de 1961 (por delante de la de 2018), muy destacada en la cuenca del Ebro y en las internas. Añadió, –en sus palabras– que este es un momento histórico en cuanto a la ausencia de precipitaciones.
Durante la rueda de prensa, la jefa de Climatología, Beatriz Téllez, afirmó que este otoño ha sido uno de los dos más cálidos de la serie 1940-2023, junto al de 2022, sin pausas y con un desequilibrio «muy evidente» entre episodios cálidos y fríos. La estación ha registrado una «frecuencia elevada de días con anomalías extremas»: más días de temperaturas por encima de los 30 grados –en Lleida, Tortosa (Tarragona) y Girona/Costa Brava– y más noches tropicales con temperaturas por encima de los 20 grados en las zonas de Can Bruixa, la Vila Olímpica y Fabra de Barcelona.
Téllez detalló que «ha habido temperaturas extremas en todas las provincias, especialmente en Barcelona y Girona», con 34 grados en Lleida el 1 de octubre y 28 en Tortosa el 13 y 14 de noviembre como momentos pico.
La Aemet categorizó los meses de septiembre y noviembrecomo «secos», y octubre como «muy seco». También destacó que las zonas de Barcelona y Lleida son las «más deficitarias» por lo que respecta a las precipitaciones. La jefa de climatología recalcó que 2023 es el tercer año consecutivo con déficit de precipitaciones: «Cada año son más escasas teniendo en cuenta que el déficit es acumulativo, que es más grave aún».
Por su parte, el jefe de Predicción y Supervisión, Ibai Campo, resaltó las inundaciones del 3 de septiembre en el sur de Tarragona (con registros de 200 mm en 2-3 horas), las lluvias en el litoral y prelitoral el 15 de septiembre, y los episodios de vientos intensos por la borrasca Ciarán el 2 de noviembre como las «tres situaciones significativas». Campo anunció una previsión de lluvias para los próximos 10 días en las zonas del Pirineo, Val d’Aran (Lleida) y la vertiente extremo norte, «aunque fuera de ahí, cielo nublado y nada de precipitaciones».
Con todo, el delegado de la Aemet dijo que en enero, febrero y marzo del año que viene las temperaturas serán «probablemente por encima de lo normal» en el conjunto de España. Esta previsión deja a Cataluña con más de 60% de probabilidades de cumplir este pronóstico.
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