Una vida rescatada

Francesc Tosquelles, el rescate del hombre que cambió la psiquiatría

La escritora Evelyn Mesquida firma una completa biografía del excepcional médico catalán

Una imagen de Francesc Tosquelles, quien fuera jefe de los servicios psiquiátricos del ejército republicano
Una imagen de Francesc Tosquelles, quien fuera jefe de los servicios psiquiátricos del ejército republicanoMNCARS

Durante años, por ignorancia, por desidia, el nombre de Francesc Tosquelles ha quedado injustamente oculto en uno de esos cajones que con el paso del tiempo cuesta volver a abrir. Recientemente exposiciones y publicaciones han rescatado la memoria oculta de quien revolucionó la psiquiatría desde el hospital de Saint-Alban-Sur-Linamognole, en Francia, donde había acabado exiliado. Allí hizo historia.

Su aventura humana y científica es la que podemos encontrar en «El cementerio de los locos», un documentado trabajo de Evelyn Mesquida que acaba de publicar Sine Qua Non. La autora, en declaraciones a este diario, habló del reto que ha sido una vida que pensaba que debía ser reivindicada. «Fue por casualidad que supe de él, mientras escuchaba una emisión de la radio francesa en la que tocaban temas diversos. Uno de ellos era la psiquiatría francesa y, concretamente, un extraordinario catalán que, desde Saint-Alban, lo había cambiado todo. Me pareció un tema fantástico del que nadie había oído hablar. Pensaba que se tenía que dar a conocer. Eso me llevó a investigar y me acabé enamorando del personaje», aseguró Mesquida.

La escritora define a su biografiado como «un hombre de gran humor que siempre empujaba hacia delante», pero cuya carrera fue silenciada. ¿Hay una explicación para esto? «Era lógico que en España pasara esto por su papel como republicano y exiliado. En Francia, ya era algo más raro, pero hubo pequeñas cosas que ayudaron a que fuera así», subrayó la autora de «El cementerio de los locos». Entre esas «pequeñas cosas» destaca el hecho que «los médicos franceses se han apropiado de su trabajo». Y eso que, en un primer momento, el país galo, a donde llegó exiliado, no se lo puso nada fácil a Tosquelles quien tuvo que empezar de cero, incluso volviendo a emprender los estudios que había hecho en el pasado en España. «Los médicos no lo ayudaron mucho. Él no conocía muy bien el francés y tuvo que aprenderlo todo en esa lengua. La Administración no le ponía buenas notas, pese a que él sabía mucho más que todos los demás», añade Mesquida.

Uno de los principales logros de Tosquelles tuvo lugar durante los años de la Segunda Guerra Mundial, con una Francia ocupada por los nazis. El psiquiatra se había hecho cargo de un hospital, el de Saint-Alban-Sur- Limagnole. Si bien a lo largo de la contienda se considera que en suelo francés murieron alrededor de 50.000 enfermos por culpa de las políticas del régimen de Vichy, el centro que dirigía el catalán no tuvo ninguna baja. La cosa no acaba ahí porque el hospital también fue un lugar de acogida de muchos de los que corrían peligro por sus vínculos con la Resistencia, como fueron los casos de Paul Éluard y su pareja Nusch o el autor dadaísta Tristan Tzara. «Aquel era un lugar perdido en mitad de la naturaleza y, en ese contexto de resistencia, ayudó a todo el mundo, como es el caso de Éluard. No se puede olvida que el poeta era alguien cercano al Partido Comunista mientras que Tosquelles lo era del POUM. Los que debían ser enemigos pasan a ser admiradores en ese momento», comentó Evelyn Mesquida.

Una de las grandes contribuciones del biografiado en «El cementerio de los locos» fue impulsar lo que él denominaba como «psicoterapia institucional». Cuando se le interroga a la autora sobre este particular responde que «Mesquida apostó por escuchar la voz de los enfermos porque eso era algo que los humanizaba. Para ello hace un tratamiento basado en el arte y la cultura, ayudándose de teatro y bibliotecas».