El hombre que diseñó las farolas del Paseo de Gràcia

El Paseo de Gràcia es una suerte de museo de joyas urbanas del modernismo catalán. Probablemente el evidente poder de la obra de Gaudí lo que ha ocultado la labor de otros creadores en esta vía de la capital catalana, como es el caso de Pere Falqués. El Ayuntamiento de Barcelona junto con Àmbit acaba de publicar una completa monografía, firmada por Joan Molet Petit, que ahonda en la carrera de nuestro protagonista. “Pere Falqués, l'arquitecte municipal de la Barcelona modernista” bucea en los archivos municipales para conocer algunos de los proyectos en los que trabajó este autor: desde monumentos, como el dedicado a Serafí Pitarra en las Ramblas a la reelaboración de la plaza Catalunya pasando también por la modernización del mobiliario urbano.

Precisamente este último punto es el que mejor define a Falqués pues él fue responsable del diseño de las famosas farolas del Paseo de Gràcia. Tal y como se comenta en la obra, todo partió de una propuesta de Francisco de Paula Nebot y Guillermo López con la que iluminar eléctricamente el Paseo de Gràcia. El proyecto fue materializado por el arquitecto en je del Ayuntamiento, Conrado Sintas Orfila, el mismo que se encargó de señalar que hacían faltan 19 farolas que complementaran las ya existentes de gas en las aceras.

Y este fue el trabajo que realizó Pere Falqués, empleando, como apunta Molet Petit, formas suaves, reduciendo la rigidez de las líneas y los ángulos rectos de farolas anteriores, basándose en los diseños que a partir de inicios del siglo XX había popularizado el Art Nouveau. Falqués se decidió por una estructura de ángulo recto.

Las farolas se instalaron a lo largo del Paseo de Gràcia en 1907 con “focos eléctricos de llama”. Como se cuenta en el libro, las antiguas farolas de gas de las aceras no contaban con el apoyo de algunos de los ilustres vecinos del momento, como Josep Batlló, el Marqués de Castellflorit o Ramon Ametller.