Los hoteleros cierran un 2022 sorprendente con grandes expectativas puestas en este año

Tras un par de años de gran complejidad, de sufrimiento y penurias, al fin los hoteleros barceloneses están de celebración. Y es que el pasado mes de abril, la actividad del sector inició un importante crecimiento que se mantuvo el resto del año, para concluir el 2022 con cifras similares a las de la prepandemia, concretamente a las del 2019, el año que toma como referencia.

Así, desde abril a diciembre del año pasado se registró una ocupación mediad del 82,9%, lo que representa 1,8 puntos menos que en 2019, mientras que el precio medio creció un 12%, es decir que superó en 17 euros al del mismo periodo de la prepandemia. Al respecto, el presidente de Gremio de Hoteles de Barcelona, Jordi Clos, señalaba en rueda de prensa que "esta recuperación tan contundente de la actividad que se produjo en Barcelona a partir de abril, ese despegue tan rápido, no fue igual en toda Europa, lo cual pone de manifiesto la vitalidad de la ciudad".

Sin embargo, el primer trimestre del año, cuando entre el 20% y el 30% de la planta hotelera aún permanecía cerrada, no fue tan bueno. De hecho, en enero la ocupación se situó en el 33%, mientras que en febrero fue del 55% y en marzo, del 65%. Es por ello que las cifras globales del año hablan de una ocupación del 75,2%, lo que representa un descenso de 6,8 puntos respecto al 2019, sin embargo, el precio medio se situó en los 152 euros, un 8,7% (12 euros) más que el año previo a la pandemia, cuando ya se superó la cifra récord en cuanto al precio se refiere, que se ha vuelto a batir en 2022. Sobre este incremento de los precios, Clos indicó que "no es algo exclusivo de Barcelona, sino que es generalizado en Europa y se debe, principalmente, al importante crecimiento de los costes debido al aumento de precios de la energía y los alimentos. En nuestro caso, la desviación de costes es de un 6%".

La clave, el turismo de negocios

En este contexto, para el presidente del gremio, "las cifras de 2022 son muy positivas, mucho más de los que esperábamos. Al inicio de año no nos podíamos ni imaginar que lo íbamos acerrar así, ni siquiera en las proyecciones más optimistas". El principal factor que explicaría ese despegue de la actividad hotelera de Barcelona, al margen de lo relativo a la situación pandémica y al fin de restricciones, es la actividad del turismo de negocios. “Durante dos años se aplazaron muchos congresos, ferias y grandes eventos que en 2022, con la reactivación de la actividad, se han recuperado y durante el año se han celebraron muchos eventos de forma apretada”.

Y, según las previsiones del gremio, este tipo de turismo ha de ser también el protagonista en 2023. Pese a que el año ha arrancado con una ocupación especialmente baja, que en enero, un mes habitualmente flojo, ha sido del 59.5% - 6 puntos inferior a la del mismo mes de 2019-, los hoteleros barceloneses prevén “acabar el año con cifras similares o incluso iguales a las de 2019 porque tenemos muchos grandes eventos programados”, comentaba Clos.

Al respecto, el presidente del gremio indicaba que "es básico tener al menos un evento importante al mes, ya sea un congreso, una feria u otro tipo de gran evento, porque en Barcelona el turismo lúdico es bueno y se mantiene, pero el turismo de negocio suplementa la ocupación que ya tenemos de forma habitual y además aporta un tipo de turista de calidad".

Grandes expectativas para el MWC

En este sentido, el año ha arrancado con el Integrated Systems Europe (ISE), un congreso que ha cerrado con una ocupación de entre el 70% y el 80%, y en breve se celebrará en Barcelona el Mobile World Congress, que según el gremio se acercará a las cifras de ocupación de 2019, "pese a que Asia sigue muy comprometida y los expositores chinos, por ejemplo, no estarán presentes", señalaba Clos.

Así pues, si en la edición de 2019, la organización del MWC reservó 26 mil habitaciones para el evento, en la actual ya se han realizado 18.500 reservas. "No llegaremos a la ocupación de 2019, nos quedaremos en el 90% o 95% y, por lo tanto estaremos muy cerca, y además eso sucederá en un momento de récord histórico de precios de la ciudad", destacaba el presidente del gremio.

Y dado el peso que tiene el turismo de negocios o grandes eventos en la ciudad, el gremio considera imprescindible fomentarlo y favorecerlo, por ello el sector pide al alcalde que salga elegido en las elecciones municipales de mayo que "tenga amor por la ciudad" y que, en consecuencia, apueste por una actividad económica que no solo da dinero y empleo a Barcelona, sino también prestigio. En esta línea, los hoteleros ven con buenos ojos que parte del dinero recaudado por la administración en concepto de impuesto turístico y recargo, que para 2023 está presupuestado en 72 millones de euros, se invierta en la promoción de grandes eventos, como ha sucedido ya con la Copa América. De hecho, consideran que se debe apostar de forma decidida por esta estrategia, así como también creen que sería conveniente dar a conocer en qué se ha invertido todo ese dinero, porque "será un reconocimiento a los hoteleros".