Centenario
Josep Vallverdú: «La lengua retrocede porque los catalanes no la usan»
El gran escritor celebra sus primeros cien años de vida con un acto de homenaje en la Generalitat
Era la celebración más importante del año que se está dedicando a la vida y la obra de Josep Vallverdú, uno de los grandes nombres de la literatura catalana, como lo atestiguan los miles de lectores que ha ido cosechando. Lo insólito de la efeméride, la conmemoración del centenario del escritor en su presencia, con una envidiable salud y vitalidad, fue ayer llevada al Palau de la Generalitat.
Vallverdú estuvo arropado por el president Pere Aragonès además de los presidents Jordi Pujol y José Montilla y los consellers de Universidades, Joaquim Nadal; Territorio, Ester Capella, y la de Cultura, Natàlia Garriga, además de la familia de Vallverdú y la de su segunda esposa, Antonieta Vilajoliu, y amigos cercanos.
Un Josep Vallverdú feliz, con su inseparable corbata de lazo, no quiso realizar discurso alguno sino que prefería protagonizar un diálogo, en el escenario del Palau de la Generalitat, acompañado de la directora de la Institución de las Letras Catalanas, Izaskun Arretxe, y la directora de la editorial La Galera, Pema Maymó. En el transcurso de esa conversación, el escritor centenario aseguró que «Indíbil i la boira», una crónica personal publicada en 1983, sigue siendo su libro más querido. «Es mi libro más personal, pero también es la crónica de un país», subrayó el autor.
En esta misma conversación también apareció otro de los grandes intereses del homenajeado como es la lengua catalán. Vallverdú, que empezó en el mundo de la edición traduciendo del inglés al castellano para la editorial Seix Barral, ha publicado narrativa en catalán para lectores infantiles y juveniles, pero también para el público adulto. El autor comentó que «la lengua retrocede porque los catalanes no usamos catalán. Si hay un bilingüismo ambiental, que se hable una y otra lengua, que si vamos a un comercio y nos hablan en castellano respondamos en catalán. Ahora la campaña contra la lengua es muy fuerte. Hay una aversión muy fuerte a la lengua catalana».
También comentó Josep Vallverdú sus impresiones respecto al descenso de la comprensión lectora entre los escolares catalanes. Por todo ello, el escritor se aventuró a considerar que «el responsable» del mismo podría ser el teléfono móvil, pese a lo que supone como avance las nuevas tecnologías, pero que «comprime» los textos y se contrapone al gusto por la lectura expansiva de los libros. «Los niños se acostumbran a leer mensajes cortos y no leen textos largos», comentó el narrador.
Vallverdú quiso aprovechar la ocasión para dar las gracias a su mujer, Antonieta, a la que escribió un total de 62 cartas para acabar de convencerla de que se casara con él hace once años, cuando el escritor tenía 89, unas misivas que «nunca verán los editores», matizó entre risas.
El president Pere Aragonès fue el encargado de cerrar el acto institucional de homenaje. Aragonés destacó «la vida de compromiso de Josep Vallverdú con la lengua y la cultura catalanas, un amor por la lengua que ha guiado toda su vida». Por todo ello, el president se comprometió a que el catalán siga en las aulas catalanas «más presente que nunca» y prometió que «ante las amenazas, la defenderemos, como al país» porque «Cataluña ha de continuar siendo tierra de libertades».
Vallverdú recibió, de manos de Aragonès, la medalla centenaria de la Generalitat, un regalo muy especial para el escritor.
Per molts anys, mestre!
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