Crisis hídrica
Luz roja por la sequía en Cataluña: primeras multas y restricciones severas en 24 municipios
Entra en vigor el estado de emergencia en el Empordà y en dos localidades de Tarragona coincidiendo con una nueva ola de calor
En marcha las primeras restricciones de agua más severas por la sequía en Cataluña. En concreto, hasta 22 municipios del Alt Empordà y dos núcleos urbanos de Tarragona están ya en fase de emergencia, la peor de todas que implica limitaciones en el consumo y sanciones para aquellos ayuntamientos que incumplan con las exigencias marcadas por la Agencia Catalana del Agua (ACA).
Ayer se oficializó la decisión tomada después de que el boletín oficial de la Generalitat publicara el decreto por el que se declaran en «estado de emergencia por sequía hidrológica» a las unidades de explotación del acuífero de Fluvià Muga y Riudecanyes coincidiendo con la llegada de una nueva ola de calor y el permanente riesgo de incendio en Cataluña.
Los 22 municipios afectados del Alt Empordà son: Agullana, Armentera, Capmany, Espolla, Garriguella, La Jonquera, Masarac, Mollet de Peralada, Palau-saverdera, Pau, Pedret i Marzà, Peralada, Sant Climent Sescebes, Sant Miquel de Fluvià, Sant Mori, Sant Pere Pescador, Torroella de Fluvià, Ventalló, Vilabertran, Viladamat, Vilajuïga y Vilamacolum. Los dos pueblos del Baix Camp (Tarragona) que dependen del agua del embalse de Riudecanyes son la localidad del mismo nombre, Riudecanyes, y Duesaigües. En total, hay 26.000 habitantes afectados.
Con la entrada en vigor de la fase de emergencia se fija un consumo global de agua de 200 litros por habitante y día, aunque sólo en los servicios municipales. En principio no afectará al agua de boca en este estado, aunque desde la ACA reclaman extremar al máximo el ahorro. De hecho, en junio en el Empordà la media se situó en los 243 litros por persona al día, una cifra que supera con creces el límite marcado para los municipios en estado de emergencia.
Las localidades afectadas también deben suprimir el riego agrícola –solo se puede autorizar el riego de supervivencia de cosechas leñosas–, reducir un 25% el consumo en el sector industrial y prohibir el uso de agua en el riego de jardines y zonas verdes.
Según la ACA, el acuífero del Fluvià Muga «está bajando a niveles mínimos, que, aunque no son mínimos históricos, son muy parecidos a los volúmenes que había en 2008 y 2009», coincidiendo con la peor sequía del siglo.
La diferencia respecto a la semana pasada es que, además de hacerse oficiales estas restricciones, ahora también ha entrado en vigor el régimen sancionador por la sequía. Desde este lunes, en Cataluña se puede multar a los municipios que más agua consumen. Casi 500 están en situación de excepcionalidad por sequía y tienen prohibido utilizar más de 230 litros por habitante y día y los mencionados 24 en emergencia no deben superar los 200 litros al día. De sobrepasar estos límites, podrían enfrentarse a sanciones desde los 10.000 hasta los 150.000 euros en casos muy graves. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Palafrugell (Girona) ha iniciado los trámites para sancionar a siete comunidades de vecinos por regar zonas verdes y llenar piscinas.
Los embalses de las cuencas internas catalanas han vuelto a reducir su capacidad esta semana y se sitúan en el 26,49%, lo que supone 0,97 puntos menos respecto a hace siete días, cuando estaban al 27,46%.
Así lo refleja la última actualización del informe del estado de los embalses de la ACA consultado por Europa Press, que muestra que el volumen actual sigue estando por debajo del que había por estas mismas fechas en 2022, que era del 41,21%. El embalse de Darnius Boadella se encuentra al 19,87% de su capacidad; el de Sau al 21,69%; Susqueda al 28,09%; La Baells al 34,94%; La Llosa del Cavall al 25,31%; Sant Ponç al 37,42%; Foix al 52,10%; Siurana al 5,62%, y Riudecanyes al 5,06%.
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