
Entrevista
Martin Baron: «Trump no entiende el papel de los periodistas en una democracia»
El que fuera director de «The Boston Globe» y «The Washington Post» habla con LA RAZÓN de los retos del periodismo

Hubo un tiempo en el que muchos querían ser periodistas gracias a la huella dejada por las investigaciones de Bob Woodward y Carl Bernstein, las mismas que acabaron con la dimisión de Ricgard Nixon. Hoy muchos aman este oficio nuestro de contar cosas gracias a maestros como Martin Baron, quien fuera director de dos cabeceras míticas como son «The Boston Globe» y «The Washington Post». Aprovechando su paso por las jornadas Metafuturo en Barcelona, este diario conversó con Baron.
En su intervención en Metafuturo ha reivindicado el optimismo para el periodismo pese a los tiempos en los que vivimos.
Creo que debería ser así. Creo que sí debería. Nunca he conocido a nadie que triunfara pensando que iba a fracasar. Necesitamos el optimismo para tener éxito. También hay factores que debemos examinar como hay un buen futuro. Por ejemplo, durante los desastres naturales la mayoría de la gente acude a los medios tradicionales para tener información. Eso me señala que hay una reserva de confianza en nuestro campo. Tenemos que cambiar algunas cosas. Deberíamos siempre cubrir a toda la gente, sin desprecio, para entender sus esperanzas y sus expectativas. Deberíamos ser más transparentes en nuestro proceso de informar. Por ejemplo, si hay un documento judicial deberíamos publicarlo entero para que el pueblo viera que no hay ninguna manipulación, ni se ha sacado de contexto la información. También tenemos que cambiar nuestra manera de comunicarnos con la gente porque la información está cambiando. Los influencers han tenido mucho éxito y deberíamos aprender de ellos, de su forma de comunicarse con el pueblo. Nuestra profesión, a pesar de todo, ha sobrevivido mucho.
¿Es un peligro la inteligencia artificial para el mundo periodístico?
Es una herramienta muy fuerte. Puede hacer más fuerte y eficaz nuestra profesión. Creo que debemos aprovechar esa tecnología en nuestro trabajo. Sin embargo, también es una amenaza. Ahora hay una difusión de información falsa, con videos, fotografías y audios falsificados. Es muy difícil refutar ese tipo de información. Es muy complicado para nosotros porque es posible que el pueblo llegue a la conclusión en que no puede diferenciar entre los verdadero y lo falso, por lo que es una amenaza a nuestro campo, a la democracia, al progreso básico de nuestra sociedad. Debemos tener un controlador de los hechos, un medio para determinar los hechos. Antes nos basábamos en la educación, en la evidencia... Ahora esos valores se devalúan y hay políticos que los han denigrado porque no valoran ni la educación ni el conocimiento... Tampoco las pruebas.
Me gustaría especular con usted sobre la próxima desclasificación de los papeles de Epstein. ¿Cree que la presidencia de Trump corre peligro?
Es difícil porque tendría que especular sobre papeles que nunca he visto. Sin embargo, Trump se resistía a la divulgación de esos papeles. Es posible que tenga temor sobre el contenido. Vamos a ver.
¿Se están rompiendo las reglas en lo relacionado con la relación del periodismo con el poder en Estados Unidos?
Trump ha roto las reglas. Él pensaba que no había ninguna reglas, que no tiene que cumplir con ellas. Él reivindica que es el único propietario de la verdad. Lo que quiere es que los periodistas sean taquígrafos propagandistas porque no entiende el papel que desempeña la Prensa en una democracia. Hablamos de alguien que no respeta a los periodistas, pero tampoco a la constitución de Estados Unidos. Unos meses más tarde de la toma de posesión, una periodista le preguntó si él tenía la obligación de cumplir con la constitución de Estados Unidos. El presidente respondió con un «no lo sé». Trump había jurado preservar, proteger y defensar la constitución de Estados Unidos, pero obviamente movía los labios sin entender lo que estaba diciendo. Es un autoritario en ciernes. Ha llevado la democracia al borde del abismo. No cree en el estado de derecho. Se ha esforzado en socavar los pilares de la democracia. No cree en la libertad de expresión, salvo en la de él mismo.
¿Cuá fue su sensación al ver a Jeff Bezos, el dueño del «Washington Post», apoyando la toma de posesión de Trump?
Estoy totalmente en contra de su comportamiento tras la toma de posesión y también antes porque no quiso publicar un editorial de respaldo a Kamala Harris. Dijo que nunca más se publicarían editoriales de respaldo. Entiendo que eso no es habitual en otros países esos editoriales, pero en Estados Unidos en «The Washington Post» y otros diarios es una tradición. El periódico estaban en contra de la política de Trump, hablando de él como uno de los peores presidentes de Estados Unidos. Sin embargo, es obvio que Bezos tenía miedo a la venganza de Trump por tener sus empresas contratos con el Gobierno, especialmente la espacial. No quiso enemistarse con Trump y sintió la necesidad de reparar su relación con él. Antes Bezos era visto como un enemigo de Trump por un solo motivo: por la cobertura informativa de «The Washington Post».
¿Importa el formato en el que se publica una información?
Lo importante es que la información que se publique sea veraz. Da igual que esta aparezca en papel o en digital.
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