
Salud
El médico que busca el secreto para que vivamos más
El doctor Ramón Vila-Rovira entrevista a aquellos que han pasado los cien años para encontrar las claves de la longevidad

Desde la Antigüedad, desde siempre, el hombre se ha obsesionado con la inmortalidad, con hacerle trampas a la muerte. Pero no existe, por el momento, algo que se pueda definir como un elixir de la eterna juventud, una fórmula que nos ayude a no preocuparnos de nuestro último capítulo activo en este planeta. Tal vez las mejores lecciones nos las pueden dar aquellos que llegan a superar los cien años. Eso es lo que trata de averiguar desde hace tiempo el doctor Ramón Vila-Rovira entrevistan a aquellos que ya son más que centenarios.
El médico, en conversación con este diario desde su despacho en el Centro Médico Teknon de Barcelona, explicó que «ni ellos saben por qué llegan a superar los cien años. Lo que he podido ver a través de estas entrevistas es que están eufóricos y que la vida son ellos. Buscan cierto reconocimiento, así como el amor por parte de sus hijos y nietos. Es interesante comprobar que ellos no saben cómo han llegado hasta allí. Unos dicen que es porque beben mucha agua, otros porque dejaron de fumar a los 70 años. Lo que tenían en común todo los entrevistados es que reían mucho. Igualmente todos siempre hablan de vivir el momento, hoy, esta tarde, pero no piensan en el mañana». A este respecto, Vila-Rovira consideró que mucho más interesante «sería saber dónde empiezan los errores de la vida, cómo puede ser que alguien acabe enganchándose a las drogas como si eso fuera una solución. La educación es, a este respecto, la clave y debería haber un cambio en la educación».
¿Existe un secreto para poder vivir más? ¿Llegaremos a ser centenarios o, ya puestos a ponernos estupendos, mucho más que centenarios? Porque esa es la gran ilusión que tenemos los que vivimos en este mundo. Vila-Rovira no vacila cuando se le hacen estas preguntas y contesta que «en realidad la respuesta corta es sí, pero siempre que te cuides, que mimes tu cuerpo».
A ello se le suma, en palabras del doctor, «adaptar una actitud filosófica encontrando un equilibrio entre el pasado y el futuro. Los que tienen problemas de pasado acaban con depresión. Por su parte, la ansiedad es por problemas sobre el futuro». En este sentido, añadió una coda bastante significativa el protagonista de esta página: «Lo que nos encanta es la persona equilibrada, la persona que vive el presente. Por tanto, a mis hijos les digo que disfruten el presente».
En este ir hacia el presente me fijo que el médico no lleva reloj alguno en la muñeca. Tampoco, me afirma, «pese a que he ganado más dinero que el que necesitaba gracias a mi especialidad médica [es cirujano plástico], no tengo coches. Los tuve, pero prefiero moverme con mi moto. No fumo, no bebo, no tomo sal».
El doctor, con varios libros escritos por él a sus espaldas, busca saber cómo se puede llegar a ser longevo, pero también tiene pacientes que intentar hacer trampas al tiempo gracias a la cirugía plástica. Lo que podría ser aparentemente una contradicción, Ramón Vila-Rovira no lo ve así y apunta que «desde hace veinte años me dedico a decirle cosas bonitas a la gente. La vida es una mentira y es una verdad. Yo vendo medicina para ayudar a la gente. Lo que más me satisface es poder ayudar y todos los que vienen es porque tienen un punto de dolor». En todo caso, el médico sostiene que «hay que ser muy cuidadoso con lo que se dice a los pacientes. Hay que decir las cosas sin herir. No se debe tocar el mundo de dolor porque al final se irán a ver a otro médico. Todos cirujanos plásticos coincidimos en que a nosotros, a las personas, nos cuesta aceptar cómo somos».
Por la consulta de Vila-Rovira ha pasado mucha gente conocida, aunque me quedo con las ganas de que me suelte algún nombre propio. «No me gusta el culto a la imagen, pero las revistas y el artisteo lo potencia. Todos somos esclavos de la imagen. Algunos buscan solución para que ese punto de dolor se les cambie. Desde montones de años, se cubre y se viste lo que le molesta. En Angola, las tribus del bosque, todas se cuidan, se ponen abalorios. Hace millones de años que se cuida la imagen. El tema es que queremos estar bien ante la sociedad», subrayó.
Curioso por la filosofía, mientras conversamos no oculta que siente una especial debilidad por los libros del escritor e historiador Yuval Noah Harari y que le han obligado a replantearse muchos temas, a hacerse varias preguntas de las que todavía no tiene respuesta.
Queda poco para que concluya la entrevista. Al doctor lo esperan para otro encuentro con otro periodista. Así que hay que intentar arrancarle a Vila-Rovira alguna receta para vivir más. Tras reflexionar en su propia experiencia y en lo que le han dicho aquellos centenarios con los que ha conversado, apuntó sin titubear que «la fórmula es divertirte en lo que haces. A mí me gusta operar, me siento muy feliz con lo que hago. Todos aquellos con los que he conversado y que han superado los cien años nunca me hablan del dinero. Lograr este equilibrio entre el bien y el mal es lo que hacen estas personas. Es curioso porque hay más mujeres que hombres, pero le insisto en que todos coinciden en vivir feliz. Ni angustias ni depresiones».
En 1971, Salvador Dalí realizó una ostentosa caja llamada «Diez recetas de inmortalidad». Tuvo que explicar con imágenes lo que quería decir para no pensar en el fin. Vila-Rovira lo cuenta con palabras.
✕
Accede a tu cuenta para comentar