Día Mundial del Parkinson

Una nueva terapia demuestra un mejor control de los síntomas motores en pacientes con Parkinson

Un estudio internacional, en el que ha participado Vall d'Hebron, confirma que una estrategia basada en levadopa administrada por vía subcutánea alarga en dos horas seguidas el tiempo que el paciente permanece sin movimientos involuntarios respecto a la terapia convencional de levadopa oral

Paciente con el dispositivo para la terapia subcutánea
Paciente con el dispositivo para la terapia subcutáneaVall d'Hebron

Aquellas personas que padecen Parkinson sufren frecuentemente movimientos involuntarios e incontrolados, así como fluctuaciones en su estado motor, que comprometen su calidad de vida y autonomía. Cuando esto sucede, existe un tratamiento, que consiste en la administración oral de levadopa, mediante el cual es posible controlar de forma bastante efectiva los síntomas de la enfermedad, sin embargo, a medida que ésta progresa, la terapia estándar pierde eficacia.

"En las fases más iniciales de la enfermedad, las células del paciente aún producen niveles de dopamina considerables, que hacen que éstos no dependan tanto de la administración exógena a través del fármaco levadopa, pero a medida que ésta avanza, el paciente va perdiendo neuronas" y, en consecuencia, aparecen mayores dificultades para manejar la levadopa, lo que hace que el paciente experimente periodos en los que tiene una mejor movilidad y otros en los que ésta es peor o incluso no hay movilidad", explica el doctor Jorge Hernández-Vara, neurólogo adjunto de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Servicio de Neurología del Hospital Vall d'Hebron e investigador del grupo de Enfermedades Neurodegenerativas del Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR).

Así las cosas, con la progresión de la enfermedad, el efecto de la levadopa, que tiene una duración en sangre de entre una y dos horas, se va acortando y eso se traduce en muchos casos en la imposibilidad de mantener un control estable y continuo de los síntomas motores de la enfermedad. "En casos con Parkinson avanzado, con el tratamiento estándar de levadopa por vía oral no se consigue un efecto estable y duradero a lo largo del día y su efecto pierde eficacia entre toma y toma, así que para tratar de controlar esos movimientos involuntarios, estos pacientes se convierten en personas muy dependientes de la administración del fármaco", señala Hernández-Vara, quien indica que, si bien existen otras estrategias terapéuticas, como la estimulación cerebral o la administración de la levadopa a través del intestino, éstas son mucho más invasivas".

La solución: la administración cutánea

Esta realidad pone de manifiesto la necesidad de buscar fórmulas para tratar de conseguir unos niveles de levadopa en sangre más constantes y estables que permitan controlar mejor los síntomas de las enfermedad en aquellos pacientes que presentan más dificultades en su manejo y es en este contexto que se puso en marcha unensayo clínico en fase III multicéntrico internacional, en el que ha participado Vall d'Hebron, para demostrar la eficacia y seguridad de una nueva terapìa basada en la administración del fármaco vía subcutánea y los resultados del mismo, publicados en The Lancet Neurology, confirman que esta nueva estrategia, conocida como ND0612, ofrece unos niveles más constantes de medicamento.

"Esta terapia es segura, con unos efectos secundarios muy leves, y aporta una beneficio adicional respecto a la estándar y supone una optimización del tratamiento oral", indica el doctor, quien recuerda que en su desarrollo simplemente se ha formulado la levadopa para que sea soluble, y no en pastillas como hasta ahora, y su administración no sea invasiva ya que solo se requiere de un infusor conectado a un sistema que acaba en un cánula que se pincha en la piel del paciente una vez al día". Al respecto, Hernández-Vara recuerda que "existe una estrategia para administrar el medicamento a través del intestino, pero ésta requiere realizar una gastrostomía y es mucho más agresiva".

En el estudio, 243 pacientes con Parkinson de más de 100 centros del mundo recibieron, en una primera fase, el fármaco oral durante 4-6 semanas y la terapia subcutánea durante otras 4-6 semanas más con el fin de determinar la dosis óptima para cada uno de ellos. A continuación, en una segunda fase, un grupo siguió recibiendo únicamente la terapia oral y el otro solo la terapia con ND0612 y se comprobó que aquellos que recibieron la segunda mantuvieron casi dos horas más los síntomas motores controlados, reduciendo así los espacios de tiempo en los que el tratamiento no era efectivo.

"Los pacientes que recibieron la terapia subcutánea tenían más tiempo de calidad, sin movimientos involuntarios que les incapacitasen", comenta al respecto el doctor, quien además añade que "ésta simplifica el tratamiento, que es muy poco invasivo, ofrece la posibilidad de programar la administración del medicamento y ajustar la dosis en milígramos al basarse en un sistema de infusión y permite disminuir al máximo posible la medicación oral". Asimismo, a diferencia de otras terapias subcutáneas, con las que son necesarios meses para apreciar un cambio, con ND0612 ya se observa un mejoría en el control de los síntomas en pocas semanas.