Documento musical
La partitura y el manuscrito de Freddie Mercury que debería comprar Barcelona
Entre los papeles del líder de Queen que subasta Sotheby’s
aparecen su archivo relacionado con su colaboración con Montserrat Caballé
Es el himno no oficial de Barcelona. Es la carta de presentación musical de la ciudad al mundo, todavía hoy escuchada y recordada por muchos, en ocasiones vinculada con el pasado olímpico. Ahora ese documento, esa parte de la historia de la capital catalana, sale a subasta. Se trata de «Barcelona», la canción de Freddie Mercury y Montserrat Caballé y el próximo 7 de septiembre será subastada en la sede de Sotheby’s en Londres con otros documentos y objetos de quien fuera líder de Queen. Su precio de salida está en 2.800 libras, pero se espera que pueda llegar hasta las 5.000 libras, unos 5.864,87 euros.
El manuscrito original de «Barcelona» está escrito en mayúsculas por Mercury, en inglés y en español, en papel de los estudios musicales londinenses Townhouse Studios, donde el cantante ya había grabado en 1986 con Queen y volvería hacerlo entre 1987 y 1988 con Montserrat Caballé. No hay variaciones en este manuscrito con lo que finalmente apareció en el disco. Sin embargo, en el mismo lote aparecen copias de una versión del tema con variaciones, por ejemplo, en el inicio que debía ser: «Far away I saw a light/De lejos vi una luz».
También, en este mismo lote, están los manuscritos originales de los otros temas que formaron parte del álbum que grabaron los dos artistas, como son «Guide Me Home», «La Japonaise» o «Golden Boy», entre otros. Una mención aparte la merece un cuaderno de 28 páginas de partituras con borradores musicales autógrafos para «La Japonaise», «Zarzuela», «Golden Boy» y «Guide Me Home», a lápiz, en su mayoría anotados en sistemas de dos pentagramas.
«Barcelona», tanto el tema como el álbum de mismo nombre, fue una de las iniciativas más queridas de Freddie Mercury. Todo empezó cuando el líder de Queen asistió a una representación, en mayo de 1983, en Londres. El interés del músico residía en poder escuchar a Pavarotti interpretar «Un Ballo in Maschera» de Verdi. Pero también estaba en escena una soprano de la que no sabía nada, ni su nombre. Era Montserrat Caballé y Mercury quedó prendado de su voz. Tres años más tarde, durante una entrevista con el programa «Informe Semanal», al ser preguntando por el nombre de su cantante favorita, Freddie Mercury no vaciló y dio el nombre de la gran diva catalana. Fue esta declaración la que propició que poco después los dos se conocieran en el Hotel Ritz de Barcelona. La estrella del rock llevaba con él unas grabaciones, las de los temas «Ensueño» y «Exercises in Free Love». Era la semilla de lo que fue la colaboración musical entre ambos grandes nombres.
Si seguimos consultando lo que dejará Sotheby’s en manos del mejor postor en esta subasta, una de las más esperadas del año, veremos que hay más materiales vinculados con el trabajo realizado con la Caballé, dos estilos musicales aparentemente opuestos, pero que se complementaron en el álbum «Barcelona». Se trata de un lote que, con un precio de salida de 2.000 libras contiene, además de varias fotografías promocionales de la pareja, documentos relacionados con las actividades previas a los Juegos Olímpicos de 1992. Una de ellas fue el concierto que, dentro de la llamada Olimpiada Cultural, tuvo lugar el 8 de octubre 1988 con la actuación especial de Freddie Mercury y Montserrat Caballé, todo ello bajo el título de «La Nit». En este sentido resulta especialmente poder leer la carta que el entonces alcalde de la ciudad, Pasqual Maragall, remitió a Mercury el 8 de noviembre de 1988 y que forma parte del lote. En ella constatamos como agradece «entusiásticamente» su actuación en «La Nit». «Estoy convencido que su contribución fue realmente apreciada por la audiencia televisiva de 62 países donde el programa final fue distribuido. Espero poder verlo en Barcelona en un futuro cercano y poder vibrar de nuevo con el sonido de su música».
Gracias a la subasta sabemos que Freddie Mercury guardaba entre sus cosas adhesivos y chapas con el logotipo de las Olimpiadas de 1992. También encontramos, en este mismo lote, la medalla con la que se agradeció su participación en «La Nit», una obra de Javier Mariscal protagonizada por Cobi, la mascota de los Juegos, sobrevolando el cielo de Barcelona. De Mariscal, también con Cobi como estrella, hay otra pieza en la subasta, al igual que una colección formada por varias revistas dedicadas a la capital catalana.
«Barcelona» debía ser interpretada el día en el que se inauguraban los Juegos Olímpicos de Barcelona. El tema, sin pretenderlo Mercury en un primer momento, había pasado a ser el himno de aquel acontecimiento deportivo con el que la capital catalana se iba a presentar al mundo. Sin embargo, el mismo Freddie Mercury le confió a la soprano, su última gran amiga, que no podría estar en esa fiesta. Fue en ese momento cuando el cantante confesó a la soprano que era seropositivo. En su última entrevista, Montserat Caballé explicó que Mercury, mientras estaban en el estudio de grabación, le dijo «no, no puedo hacer lo de Barcelona (...) porque con el sida no puedo pensar en dos años vista». La enfermedad finalmente se llevó al músico el 24 de noviembre de 1991. Un día antes, Mercury hizo público que padecía sida. La actuación del 8 de octubre de 1988 había sido la última de Freddie Mercury sobre un escenario. Precisamente el esmoquin que usó esa noche junto a Montserat Caballé también aparece en la venta organizada por Sotheby’s.
Queda ahora por saber quien se adjudicara estos documentos. Probablemente debería ser Barcelona quien pujara por todos ellos, sobre todo por su himno.
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