Cataluña

El PSC y los comunes ya negocian la investidura de Illa

La formación integrada en Sumar tuvo el pasado viernes una «primera toma de contacto» con los socialistas para acercar posturas en torno a la Mesa del Parlament y el próximo Govern

 La candidata de Comuns Sumar a la presidencia de la Generalitat, Jéssica Albiach (c) acompañada por el ministro de Cultura, Ernst Urtasun y por la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, durante una comparecencia ante los medios para valorar los resultados de las elecciones catalanas, este domingo en Barcelona.
La candidata de Comuns Sumar a la presidencia de la Generalitat, Jéssica Albiach (c) acompañada por el ministro de Cultura, Ernst Urtasun y por la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, durante una comparecencia ante los medios para valorar los resultados de las elecciones catalanas, este domingo en Barcelona. Enric FontcubertaAgencia EFE

Tras erigirse como primera fuerza parlamentaria en las elecciones catalanas del pasado 12 de mayo, el candidato de los socialistas, Salvador Illa, anunció su intención de presentarse al debate de investidura, que debe celebrarse en la cámara catalana, a mucho tardar, el próximo 25 de junio. Para tratar de conseguir la confianza del Parlament, añadió la misma noche electoral, se reuniría «en los próximos días» con el resto de formaciones políticas, «a excepción de la extrema derecha: tanto Vox como Aliança Catalana», algo que ya ha empezado a producirse. Pese al secretismo con el que el PSC lleva a cabo -y así, «discretamente», defiende hacerlo- esta «ronda de contactos», esta mañana ha trascendido que el primer grupo con el que los socialistas se han sentado a negociar han sido los Comunes. La formación que lidera Jéssica Albiach, es más, fue la única que durante la campaña defendió un gobierno «progresista» de la mano, entre otras formaciones de izquierdas, del PSC, mucho más titubeante en relación con los posibles pactos postelectorales.

El encuentro, que tanto socialistas como comunes definen como «primera toma de contacto» ante la opinión pública, tuvo lugar el pasado viernes, y participaron en él los equipos negociadores de ambas formaciones. El del PSC, compuesto por la viceprimera secretaria del partido, Lluïsa Moret, y los diputados y candidatos segundo y quinto respectivamente por la demarcación de Barcelona, Alícia Romero –portavoz del grupo parlamentario, además, en la pasada legislatura– y Ferran Pedret. Por parte de los comunes, el equipo negociador lo componen la coordinadora del partido y diputada en el Congreso por Sumar, Candela López, y los diputados y candidatos, también, segundo y quinto, respectivamente, Lluís Mijoler y David Cid, el portavoz de los morados en la cámara en el anterior mandato. La sintonía entre ambos grupos, admiten los participantes, fue «buena», y el primer objetivo, acordar un candidato de consenso para la presidencia de la Mesa del Parlament.

Esta será la primera votación que lleve a cabo el nuevo hemiciclo, llamado a constituirse el próximo lunes 10 de junio, el día después de las elecciones europeas. En esa misma fecha se votará un candidato a presidir el órgano rector de la Cámara y al resto de sus asistentes: dos vicepresidentes y cuatro secretarios. El consenso es total respecto a impedir la entrada de Vox, quinta fuerza en el Parlament, en la misma, algo que también suscriben los independentistas, pero por el momento no se conoce a quién presentará el PSC. El plan de los socialistas pasa por que los comunes apoyen esta propuesta y la presidencia esté más cerca de recaer sobre un diputado del PSC que de uno independentista, el objetivo de Junts, que pretenderá, asimismo, pactar candidato con ERC.

La investidura de Salvador Illa es el siguiente paso, aunque más complejo. Los comunes han reiterado algunas de sus líneas rojas, como el macroproyecto del Hard Rock o la ampliación del Aeropuerto de El Prat, y también algunas medidas concretas a exigir, como la regulación de los pisos turísticos –que el PSC no votó a favor–. El candidato de los morados al Parlamento Europeo, Jaume Asens, advirtió la pasada semana de que «no se puede ir condicionado a unas negociaciones», por lo que el acuerdo estaría más cerca de cerrarse que de romperse. El problema, considera el PSC, es ERC, pues para poder ganar la investidura son imprescindibles sus votos además de los de Albiach. Los republicanos someterán cualquier decisión a sus bases, reacias a apoyar a Illa, por lo que la mayoría «progresista» que tanto comunes como PSC exploran puede quedar en papel mojado. Las negociaciones siguen, y los demás partidos se incorporarán a estas durante la presente semana.