Política penitenciaria
Seis meses después del asesinato de una cocinera en una cárcel, la Generalitat prohíbe el trabajo en las cocinas de asesinos y homicidas
La conselleria de Justicia aún estaba confeccionando un nuevo protocolo tras el trágico suceso de la prisión de Mas d'Enric
Los presos involucrados en delitos extremadamente violentos, como asesinatos o lesiones graves, no podrán trabajar en las cocinas de las cárceles de Cataluña ni en talleres donde tengan que manejar instrumentos peligrosos. En declaraciones a Efe, el conseller de Justicia, Ramon Espadaler, explicó que se revisaron las circulares que regulan el acceso de los reclusos a puestos de trabajo en los recintos penitenciarios para incorporar la nueva medida, que veta los empleos en las cocinas a los presos con delitos de sangre, tanto penados como preventivos.
El acceso de los internos a trabajos que impliquen manejo de instrumentos peligrosos estaba en revisión desde el pasado de mes de marzo, cuando una cocinera de la cárcel Mas d’Enric de El Catllar (Tarragona) murió asesinada por un preso que trabajaba con ella y que cumplía condena por asesinato.
El crimen puso en pie de guerra a los funcionarios de prisiones, que mantuvieron en vilo a la conselleria, en vísperas de las últimas elecciones catalanas del 12M, con una ola de movilizaciones que tensionaron los centros penitenciarios.
El anterior equipo que lideraba el departamento de Justicia, con la ex consellera Gemma Ubasart al frente, había confeccionado en su momento una nueva circular, que debía entrar en vigor en octubre próximo, que no impedía a los presos involucrados en delitos de sangre trabajar en las cocinas siempre que cumplieran con una serie de requisitos de buena conducta.
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