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Asteroide

El asteroide 2001 FO32 no chocará con nosotros el 21 de marzo, pero ¿podremos verlo?

El próximo domingo el asteroide 2001 FO32 pasará a 1,6 millones de kilómetros de la Tierra, por lo que el riesgo es nulo.

Fotografía de un telescopio
Fotografía de un telescopioRyan WickCreative Commons

Antes que nada, conviene recordar que este tipo de información no es precisamente una novedad para las agencias espaciales. La NASA, por ejemplo, cuenta con un Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) cuyo cometido es, precisamente, tener vigilados este tipo de cuerpos astronómicos para anticiparnos a ellos. Gracias a su labor podemos afirmar con rotundidad que 2001 FO32 no colisionará con nuestro planeta ni el 21 de marzo ni en ningún otro momento de, al menos, los próximos 100 o 200 años. Este objeto en concreto fue descubierto hace ya 20 años y, desde entonces, hemos podido rastrearle a lo largo de su viaje alrededor del Sol. Así pues, conocemos su órbita con enorme detalle y asegurar que no llegaremos a encontrarnos.

De hecho, en el momento que más cerca estaremos, seguirá separándonos una distancia de más de 1,6 millones de kilómetros. Esto es equivalente a cuatro viajes a la Luna o a 2.000 viajes de ida y vuelta entre Madrid y Murcia. Es más, si este tipo de objetos se clasifican como potencialmente peligrosos no es porque vayan a chocar necesariamente con nosotros, ni siquiera porque sea probable, sino que lo debemos a pura precaución. Podríamos decir que los objetos potencialmente peligrosos tienden a pasar lo suficientemente cerca de nosotros como para merecer un estudio en detalle que nos permita prever y corregir constantemente sus futuras trayectorias. Una vez se calculan, si estás confirman la falta de peligrosidad (como es este caso) se descarta por completo el peligro potencial.

No tan cerca, pero sí muy rápido

A decir verdad, no es nada nuevo que nos visite un asteroide a distancias de pocos millones de kilómetros, lo que sí es algo más atípico es su velocidad. Se estima que 2001 FO32 pasará por nuestro vecindario espacial a unos 124.000 kilómetros por hora, 100 veces más rápido que el coche supersónico más veloz del mundo, el ThrustSSC. En el caso de 2001 FO32 sabemos, por ejemplo, que volverá a acercarse dentro de 52 años (cada 810 días)

Ahora bien, hemos dado dos datos relevantes, porque si fue descubierto hace veinte años y nos visita cada 52, significa que esta es la primera vez que podemos observarlo con detalle. Es cierto que desde que lo detectó el Lincoln Near-Earth Asteroid Research ha pasado mucho tiempo y hemos descubierto que no llega al kilómetro que le atribuimos al principio. Las últimas medicionesapuntan a unos 440 metros de ancho, 680 a lo sumo, lo cual es un 50% del tamaño calculado en un origen.

Información en formato luz

La idea es que, aprovechando su cercanía, los astrónomos profesionales puedan dirigir sus telescopios para estudiar su superficie. No obstante, el proceso es posiblemente muy diferente a lo que la mayoría de las personas imaginen. La idea no es observar el asteroide como si pudiéramos sacarle una fotografía muy cercana, sino determinar una serie de características claves de él para entender por qué está compuesto.

Para conseguir esto podemos confiar principalmente en dos técnicas. La más sencilla es analizar la cantidad de luz que rebota en él. Cuanto más brillante parezca más estará reflejando y esto nos hará sospechar que pueda estar recubierto de materia blanquecina o metales como el hierro. Por otro lado, puede parecer oscuro, lo cual indica todo lo contrario: una composición rocosa, puede que incluso carbonácea. Esto último sería un marcador de que 2001 FO32 pudo haber sido un cometa que, en algún momento perdió su cobertura, quedando su núcleo expuesto al exterior. Esta cantidad de luz reflejada se conoce como albedo y su estudio es, como vemos, central en el campo de la geología espacial.

Por otro lado, tenemos un método a priori más sofisticado: la espectroscopía. La luz que nos llega de él ha rebotado en su superficie antes de emprender su viaje hacia nuestros telescopios y en ese rebote, sus propiedades se han alterado. De hecho, cómo se alteren depende del material con el que interaccionen y, por lo tanto, analizando esta luz reflejada podemos inferir (más o menos) cual es la composición del asteroide. Así que, en resumidas cuentas: sí, podremos observar el asteroide desde la Tierra. Sin embargo, que pueda ser visto a través de descomunales telescopios profesionales no responde a lo que la mayoría de los lectores tenían en mente al ver el titular. Así que, abordemos la pregunta: ¿podremos verlo los amateurs?

¿Podremos verlo?

Pues depende. Depende principalmente de dos factores que conviene desgranar punto por punto. En primer lugar, se estima que será mucho más visible en el hemisferio sur, por lo que los aficionados más australes tendrán ventaja. Desde el norte será menos brillante, aunque teóricamente, con el aparataje adecuado también podría distinguirse contra el oscuro cielo nocturno.

El segundo punto es incluso más determinante, porque responde a qué hemos de adquirir para poder observarlo. Dicho esto, se intuye que, efectivamente, no será visible a simple vista. De hecho, ni siquiera podremos verlo a través de unos binoculares potentes. Requeriremos un telescopio en toda regla, aunque muchísimo menos grande que los telescopios con los que lo estudiarán los profesionales. Se recomienda emplear un telescopio con una lente de 20 cm de diámetro.

Si se cumplen estos dos requisitos: vivir en el hemisferio sur y poseer un telescopio de 20 cm, será teóricamente posible ver el asteroide. Claro que, en tal caso, se presenta un problema más: localizarlo. Para ubicar un objeto en movimiento y tan pequeño es necesario tener un buen conocimiento del cielo nocturno y de cómo orientarse en él para ubicarlo en la inmensidad de la noche.

Curiosamente y a pesar de lo que suele verse en muchos titulares, la llegada de en asteroide a nuestro vecindario no trae consigo el apocalipsis, sino un montón de astroaficionados desempolvando sus telescopios para buscar una aguja en un pajar de lo más cósmico.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Suele incidirse en el tamaño del asteroide indicando que es el mayor de todos los que visitarán los alrededores de nuestro planeta durante el presente año. Sin embargo, recordemos que mide, como mucho 680 m, lo cual es un tamaño modesto para un asteroide. Su relativa cercanía y su velocidad son, realmente, las dos características más importantes de este objeto.

REFERENCIAS (MLA):