
Climatología
Cambio climático: El Niño se vuelve adulto, sus ciclos se intensifican y cambian el planeta
“Provocará fluctuaciones más fuertes en las precipitaciones en regiones como la península Ibérica, lo que aumentará el riesgo de efectos de latigazo hidroclimático”, señala el estudio.

Sea por su silencio o por sus “berrinches”, como cualquier adolescente, el Niño no pasa desapercibido. Se trata de un fenómeno climático periódico que se caracteriza por un calentamiento de las aguas superficiales del océano Pacífico tropical central y oriental. El Niño es de gran importancia para el clima global, principalmente porque es la oscilación climática más importante del sistema y puede provocar cambios significativos a nivel mundial. Sus efectos incluyen alteraciones en los patrones de lluvia y temperatura, lo que puede generar inundaciones, sequías, tormentas y huracanes más intensos.
Obviamente, estos impactos no se limitan a las áreas del Pacífico tropical, sino que se extienden globalmente, afectando a regiones como Norteamérica, Sudamérica, Australia y Asia. El problema es que, como cualquier adolescente, es susceptible al bullying. Y su acosador es el cambio climático. De acuerdo con un estudio publicado en Nature, se prevé que la Oscilación Sur de El Niño (ENSO por sus siglas en inglés), experimente una transformación drástica debido al calentamiento de efecto invernadero.
Utilizando modelos climáticos de alta resolución, un equipo de científicos de Corea del Sur, Estados Unidos, Alemania e Irlanda descubrió que ENSO podría intensificarse rápidamente en las próximas décadas y sincronizarse con otros fenómenos climáticos importantes, transformando los patrones globales de temperatura y precipitaciones para finales del siglo XXI.
El estudio proyecta un cambio abrupto en los próximos 30 a 40 años, pasando de ciclos irregulares de El Niño-La Niña a oscilaciones muy regulares, caracterizadas por fluctuaciones amplificadas de la temperatura superficial del mar (TSM).
“En un mundo más cálido, el Pacífico tropical puede experimentar un punto de inflexión climático, pasando de un comportamiento oscilatorio estable a uno inestable. Esta es la primera vez que este tipo de transición se identifica inequívocamente en un modelo climático complejo – explica Malte F. Stuecker, líder del estudio, en un comunicado -. El mayor acoplamiento aire-mar en un clima más cálido, combinado con un clima más variable en los trópicos, conduce a una transición en amplitud y regularidad”.
Según las simulaciones de modelos informáticos de alta resolución analizadas en el estudio, también se espera que los ciclos ENSO, más intensos y regulares, se sincronicen con otros fenómenos climáticos, como la Oscilación del Atlántico Norte (OAN), el Dipolo del Océano Índico (DIO) y el modo del Atlántico Norte Tropical (ATN), de forma similar a cómo varios péndulos débilmente conectados se ajustan a oscilar con la misma frecuencia.
“Esta sincronización provocará fluctuaciones más fuertes en las precipitaciones en regiones como el sur de California y la península Ibérica, lo que aumentará el riesgo de efectos de latigazo hidroclimático – añade Axel Timmermann, coautor del estudio -. La mayor regularidad del ENSO podría mejorar las previsiones climáticas estacionales; sin embargo, la amplificación de los impactos requerirá estrategias de planificación y adaptación más rigurosas”.
El estudio destaca el potencial del cambio climático antropogénico para alterar fundamentalmente las características del ENSO y sus interacciones con otros procesos climáticos, incluso en regiones alejadas del Pacífico ecuatorial, como Europa.
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