Biomedicina
Ciencia under-35: Anaïs Jiménez-Reinoso o cómo cortar por lo sano con el cáncer
Doctora en inmunología por la Universidad Complutense de Madrid, forma parte del equipo que ha desarrollado una nueva terapia para tumores oncológicos.
Este año, los tumores oncológicos rozarán los 300.000 en España y la cifra sobrepasará los 340.000 en 2040. Es una batalla constante y cada año se producen nuevas terapias que nos permiten enfrentarnos a esta enfermedad. Una de las últimas ha sido desarrollada por científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y del Hospital 12 de Octubre de Madrid. Se trata de una nueva inmunoterapia para tratar el mieloma múltiple. Y la doctora Anaïs Jiménez-Reinoso forma parte de este grupo.
El mieloma múltiple es el segundo cáncer hematológico más común en adultos, después de los linfomas. Hasta ahora este tipo de tumores se trataba con una combinación de quimioterapia y células CAR-T (acrónimo de células T con receptor de antígeno quimérico, por sus siglas en inglés), pero el equipo del que forma parte Jiménez-Reinoso busca “cortar por lo sano” y usar unas células puñal bautizadas STAb-T (siglas de células secretoras de anticuerpos, pero también significa apuñalar en inglés).
“La diferencia – nos explica esta joven investigadora en conversación telefónica – es que mientras las células CAR-T se modifican para que reconozca moléculas que se expresan en células tumorales, las células STAb-T modifican linfocitos T en el paciente para que secreten moléculas anticuerpos específicos para que creen un puente y es como si apuñalaran a la célula tumoral. Es un juego de palabras con la función que hacen”.
Pese a que la terapia con células CAR-T, ha mostrado cierta efectividad y ha alargado la esperanza de vida de los pacientes, la Unidad de Investigación Clínica de Inmunoterapia del Cáncer H12O-CNIO en donde trabaja Jiménez-Reinoso, buscaba ir un paso más allá teniendo en cuenta que una proporción importante de pacientes experimentan recaídas. Y aquí llegan las células STAb-T. Los ensayos han demostrado que las células STAb-T superan a las CAR-T porque reclutan células T naturales no modificadas en el cuerpo para combatir también las células cancerosas, amplificando así el efecto de la terapia.
“Los marcadores que estas células atacan – continúa Jiménez-Reinoso - se expresan mucho más en células tumorales que en células sanas. Hay tumores que son más o menos inmunogénicos. El melanoma responde muy bien a inmunoterapia, lo mismo con los tumores de pulmón. En este caso, las células STAb-T podrían abordar este problema modificando muy pocas células y se podría dar en primera línea de tratamiento (no sería necesario empezar con quimioterapia). A esto hay que sumarle que estas células reclutan también otros linfocitos que quizás no están modificados para que ataquen a la célula”.
El proceso es “sencillo”. Una vez que se realiza el diagnóstico, durante dos semanas se prepara el sistema inmune para que esté listo para enfrentarse a las células modificadas. Y entonces se produce el “ataque”. Uno que tiene más ventajas que las anteriormente mencionadas.
“En general, cuando se modifican las células del paciente van a eliminar las células tumorales – confirma Jiménez-Reinoso- Pero hay un aspecto importante: después de haber visto el tumor, si lo vuelven a reconocer, lo pueden atacar. Tienen memoria inmunológica. En casos de metástasis también sirven sobre todo, para controlar que no ocurra. Por ahora, no se puede usar para prevenir… Estas células tienen una actividad muy eficaz, si no hay células tumorales como tal, no tiene sentido trabajar como prevención. Sí creo que podrían a pensar en usarse como tratamiento en primera línea y no tras varias rondas de tratamientos como quimioterapia”.
Anaïs Jiménez Reinoso se licenció en Biología, realizó un máster en Biología Molecular, Bioquímica y Biomedicina. Más tarde obtuvo su doctorado en las mismas disciplinas (Cum Laude) y comenzó a trabajar en el Hospital 12 de Octubre y en el CNIO… con un tiempo en el Guy’s Hospital del London College. Siempre le interesó la inmunología y la investigación en cáncer y, en sus propias palabras, se encuentra en esa edad en la que aún es muy joven para pedir su propio laboratorio, pero al mismo tiempo tiene mucha experiencia.
“Siempre he querido dedicarme a la investigación – se despide Jiménez-Reinoso-. La parte satisfactoria para mí es estar en el laboratorio y ver cómo luego se aplican nuestros hallazgos en las personas. Eso y aprender a diario es lo que nos impulsa”.
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