Cerebro

Investigadores descubren la “brújula” que falla en tu cerebro cuando tienes mala orientación

Una nueva investigación ha dado con las regiones de tu cerebro que se encargan de fijar un punto de referencia para orientarte en tus desplazamientos

La metástasis cerebral ocurre cuando un cáncer de otra parte del cuerpo se propaga al cerebro
Representación artística de un cerebroDREAMSTIMELA RAZÓN

Si eres una de esas personas que se desorientan incluso en su propia casa. Una de esas personas que, al salir de una tienda, no sabe si su camino continuaba hacia la izquierda o hacia la derecha… este artículo te libera de parte de tu culpa. Porque desde hace tiempo la neurociencia ha estado descubriendo detalles del funcionamiento de nuestro cerebro que sugieren que la capacidad de orientación es más neurológica de lo que podríamos pensar. Una función específica de nuestro sistema nervioso, y no solo una forma de emplear nuestra memoria visual.

Dee hecho, en un estudio que acaba de publicar la revista Journal of Neuroscience, un grupo de investigadores de la Universidad de Pensilvania, han encontrado dos regiones cerebrales especialmente relacionadas con la orientación espacial. Estructuras que ayudan a mantener un sentido de la dirección cuando nos desplazamos. Podríamos decir que son una suerte de brújula mental que permite “fijar” un punto a pesar de que estemos girando a izquierda o derecha. Algo así como una referencia en nuestra mente que podría explicar por qué algunas personas tienen tanta facilidad para saber hacia dónde están orientadas las habitaciones de una casa sin recurrir a su conocimiento de la ciudad o la posición del sol, tan solo porque sabían dónde estaba el norte antes de atravesar el portal, subir las escaleras y recorrer el pasillo.

Dos regiones

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores tomaron a 15 individuos a los que sumergieron en la realidad virtual. En ese entorno simulado, los participantes tenían que conducir un taxi completando una serie de tareas. Mientras, los investigadores registraban su actividad cerebral para analizar qué partes de su sistema nervioso central se activaban con cada acción. Buscaban estructuras que estuvieran especialmente “encendidas” en todas las tareas de navegación. Así es como encontraron las dos regiones en cuestión, que se mantenían activas durante tareas que requerían mantener un punto de referencia por delante del sujeto (en la dirección del movimiento).

Estas regiones se encendían con independencia del tipo de “ciudad” representada en la realidad virtual. Del mismo modo, tampoco parecía afectar la zona de la ciudad por la que “condujeran” los sujetos o en qué parte de la tarea se encontraban (recoger al pasajero, conducir, dejarlo en su destino…) Durante todos estos procesos, esas dos estructuras cerebrales parecían ayudar a mantener una referencia espacial respecto al eje “norte-sur”. Es decir, tomaban como referencia la línea imaginaria entre dos puntos del videojuego equivalentes a un polo norte y un polo sur para el sujeto y, a partir de ella, orientaban sus desplazamientos.

En palabras del investigador de la Universidad de Pensilvania y coautor del estudio Russell Epstein: “Perder el sentido de la orientación es algo que puede ocurrir en enfermedades neurodegenerativas, por lo que seguir explorando la función de estas dos regiones del cerebro podría ayudar en la detección temprana o en el seguimiento de la progresión de estas enfermedades. También nos interesa comprender cómo las personas se orientan utilizando tanto señales visuales como internas (esto se relacionaría con los desafíos que enfrentan las personas con discapacidad visual).

Hace un tiempo, los investigadores descubrieron que existían neuronas de lugar, células en la base de nuestros cerebros que se activaban cuando los sujetos (ratones en este caso), estaban en un lugar concreto. Una especie de memoria espacial que parece clave para comprender nuestra capacidad para navegar el espacio y recorrer lugares ya conocidos. Este estudio se suma a la lista de hallazgos en esa dirección. Investigaciones que diseccionan lo que siempre hemos llamado “intuición” para descubrir que la orientación es mucho más que seguir una serie de pistas visuales y que, si se te da mal, es posible que se deba a estas dos regiones y que, en realidad, estés jugando con desventaja.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Aunque 15 sujetos pueden parecer pocos, los estudios con pruebas de neuroimagen suelen tener una muestra bastante reducida. Eso no quiere decir que debamos conformarnos con apenas una decena de individuos, pero puesto en contexto, este estudio cuenta con una muestra mucho más aceptable que si, por ejemplo, estuviéramos estudiando el funcionamiento de los riñones.

REFERENCIAS (MLA):

  • Lu, Zhengang, and Russell Epstein. “A Neural Compass in the Human Brain During Naturalistic Virtual Navigation.” JNeurosci, vol. 45, no. 33, 18 Aug. 2025, doi:10.1523/JNEUROSCI.1765-24.2025.