
Curiosidades
Por qué los bostezos son tan contagiosos: esta es la explicación científica que lo respalda
La respuesta incógnita sobre el porqué detrás de este acto involuntario está conectada a nuestro cerebro, literalmente

La somnolencia siempre viene acompañada de un poco de cansancio, la sensación de tener los párpados más pesados que de costumbre y, cómo no, los bostezos. Esta inhalación excesiva de aire seguida de una ligera exhalación siempre ha estado caracterizada por su capacidad de contagiarse.
Y es que a todos nos ha pasado: vemos a alguien cercano a nosotros bostezar y de repente somos los siguientes en ser víctimas de este impulso involuntario. Cómo no, esto nos ha llevado a preguntarnos por qué los bostezos son tan contagiosos. Y ojo, hay una respuesta lógica que implica de lleno a nuestro sistema nervioso.
Empatía a través del cerebro
Cuando una persona de nuestro entorno bosteza, ya sea por contagio o por naturaleza propia, la corteza primaria de nuestro cerebro activa varios reflejos primitivos, los cuales son responsables de los movimientos de las distintas partes del cuerpo, incluida la mandíbula. Estos hacen que imitemos el gesto, provocando lo que se conoce como ecofenómeno (imitación de palabras y acciones ajenas).
La capacidad de contagiar bostezos no es exclusiva de los humanos, y otros animales son capaces de experimentarla. A su vez, está científicamente demostrado que la capacidad para resistir un bostezo es limitada; es imposible evitarlo aunque queramos, y menos aún si la persona que nos lo contagia abre la mandíbula de forma exagerada.
Andrew Gallup es psicólogo en la Universidad de Nueva York, y ha estado los últimos años investigando acerca de la relación entre el bostezo y esa 'solidaridad' que surge a su alrededor. Varios estudios hablan de que hay una relación entre el bostezo contagioso y la empatía pero, "los resultados apoyando esta teoría son diversos e inconsistentes", sostiene Gallup.
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