Neurociencias

¿En qué se diferencia el cerebro de un fanático?

"El objetivo es arrojar luz sobre los comportamientos asociados con la rivalidad extrema, la agresión y la afiliación social dentro y entre grupos de fanáticos”, señalan los autores.

Cerebro
En naranja las zonas que se activan al ganar y en azul, las de la derrota.Zamorano MendietaZamorano Mendieta

Tanto nuestra conducta social como el comportamiento individual, están controlados en gran medida por nuestro cerebro. Pero ambas formas de actuar no siempre son diferenciables y a menudo comparten espacios. Fuera y dentro del cerebro. El fanatismo es una de ellas, una que puede manifestarse tanto de forma individual como grupal. ¿Qué ocurre en el cerebro de los fanáticos entonces?

De acuerdo con un reciente estudio, presentado en la Reunión Anual de la Sociedad Radiológica Estadounidense, los aficionados al fútbol exhiben diferentes patrones de activación cerebral mientras ven un partido. Los autores, liderados por Francisco Zamorano Mendieta, señalan que las implicaciones de estos hallazgos podrían extenderse más allá de los deportes y abarcar el fanatismo en otras áreas, como la política.

"Este estudio – señala Zamorano - tiene como objetivo arrojar luz sobre los comportamientos y dinámicas asociadas con la rivalidad extrema, la agresión y la afiliación social dentro y entre grupos de fanáticos".

Las rivalidades están profundamente arraigadas en la historia de los deportes y los fanáticos pueden ser muy protectores con su equipo y sus jugadores favoritos. Estos mismos fanáticos abarcan toda una gama de emociones al ver a su equipo triunfar o fracasar en el transcurso de un juego o partido, aplaudir cuando anotan o enfurecerse por una mala decisión. Los fanáticos del fútbol son conocidos por su lealtad y entusiasmo hacia el equipo, particularmente en Europa y Sudamérica.

Para obtener una idea de los mecanismos cerebrales detrás del comportamiento de los fanáticos, el equipo de Zamorano reclutó a 43 voluntarios varones sanos que apoyan a los equipos de fútbol chilenos para un estudio de resonancia magnética funcional (fMRI).

El estudio involucró a fanáticos de los dos equipos de fútbol chilenos más populares (Universidad Católica y Colo Colo), considerados archirrivales. Los participantes se dividieron en dos grupos, 22 seguidores de un equipo y 21 seguidores del equipo rival. Los voluntarios completaron una encuesta para determinar su puntaje de fanatismo por el fútbol y se sometieron a evaluaciones psicológicas.

"Cuando su equipo gana, se activa el sistema de recompensa en el cerebro – añade Zamorano -. Cuando pierden, la red de mentalización se puede activar, llevando al aficionado a un estado introspectivo. Esto puede mitigar parte del dolor de la pérdida. También observamos la inhibición del centro cerebral que conecta el sistema límbico con las cortezas frontales, obstaculizando el mecanismo que regula el control cognitivo y aumentando la probabilidad de caer en conductas disruptivas o violentas”.

A todos los participantes se les presentó una recopilación de partidos que contenía 63 goles. Mientras los participantes veían la compilación de coincidencias, su actividad cerebral se midió mediante fMRI, una técnica de imágenes no invasiva que detecta cambios en el flujo sanguíneo del cerebro. Los resultados de la resonancia magnética funcional mostraron que la actividad cerebral cambiaba cuando el equipo del aficionado tenía éxito o fracasaba. Los hallazgos, de acuerdo con el estudio, pueden arrojar luz sobre la dinámica social en todos los ámbitos de la vida.

"La gente inherentemente anhela conexiones sociales, ya sea a través de la membresía en un club de corredores, la participación en un grupo de discusión de libros o la participación en foros virtuales - afirma Zamorano -. Si bien estos vínculos sociales a menudo se forman en torno a creencias, valores e intereses compartidos, también puede haber un elemento de proselitismo persuasivo o 'pensamiento de grupo', que puede dar lugar a creencias irracionales y discordia social".

El celo que se encuentra entre algunos fanáticos de los deportes puede servir como un ejemplo convincente de intensa inversión emocional, comportamiento agresivo ocasional y racionalidad deteriorada. La investigación sobre el fanatismo y el partidismo requiere marcos científicos sólidos, pero en ámbitos como las posturas políticas, las lealtades electorales, la etnia, la espiritualidad y las cuestiones de identidad con frecuencia están sumidos en controversias, lo que complica los esfuerzos por identificar los fundamentos neurológicos de la lealtad extrema.

"Comprender la psicología de la identificación y la competencia grupal – concluye Zamorano - puede arrojar luz sobre los procesos de toma de decisiones y la dinámica social, lo que conducirá a una comprensión más completa de cómo operan las sociedades.

El fanático de los deportes, por otro lado, presenta una oportunidad única para analizar cómo la devoción intensa afecta la actividad neuronal en un contexto menos polémico, particularmente al resaltar el papel de las emociones negativas, los mecanismos de control inhibidores relacionados y las posibles estrategias adaptativa. Habría también que analizar cómo responde el cerebro de las mujeres en este tipo de casos, algo que el estudio no ha tenido en cuenta.