Cosmos

Queda menos para que se inviertan los polos magnéticos del Sol: estas serán sus consecuencias para la vida en la Tierra

Según varios estudios científicos, dentro de muy poco nuestra estrella llegará al pico de su ciclo, lo que repercutirá en las erupciones solares

Manchas solares
Manchas solaresPIXABAY

El Sol es la estrella más cercana a nuestro planeta, del que la Tierra toma grandísimas cantidades de energía. Se encuentran a la distancia exacta que ha permitido que se dé vida en la Tierra, ni muy cerca ni muy lejos.

Uno de los astros más estudiados en la historia de la humanidad es, por su tamaño y su importancia, precisamente el Sol. Es el que marca la noche y el día, y entorno al cual muchas civilizaciones antiguas basaron todos sus calendarios y ritos religiosos.

Lo que no mucha gente conoce es que el Sol, al igual que la Luna, tiene diferentes fases. Mientras que nuestro satélite avanza entre Luna llena, Cuarto Menguante, Luna nueva y Cuarto Creciente.

Manchas solares y tormentas magnéticas

Para entender los ciclos del Sol es importante conocer bien de qué está hecho. Nuestra estrella es un gran cúmulo de gas ionizado caliente, al que comúnmente se le conoce como plasma.

Como informa EuropaPress, en el Sol se dan enormes flujos de plasma y convección que forman los campos magnéticos solares, y son observables por las manchas oscuras sobre la superficie de la estrella. Cada mancha tiene un tamaño igual o más grande a la Tierra, y generan un magnetismo muy intenso, casi 10.000 veces más fuerte que el campo magnético de nuestro planeta.

Cuando los campos de estos núcleos de magnetismo solares se ven alterados por algún factor, se generan "tormentas magnéticas solares", que muchas veces pueden verse como llamaradas o eyecciones de masa coronal de tamaño titánico.

El gran riesgo que pueden conllevar estas llamaradas no es tanto por su capacidad de destrucción claramente visible, sino por la radiación de energía que liberan, que puede dañar gravemente los satélites, así como las redes de energía o las telecomunicaciones terrícolas.

Según EuropaPress, desde el siglo XVII los científicos saben que las manchas solares varían de forma periódica. A pesar de las dificultades para predecirlas, cientos de investigaciones han conducido a un pronóstico más o menos claro de las fases del sol.

Cada aproximadamente 11 años las manchas del Sol alcanzan un pico en número e intensidad, provocando las perturbaciones más violentas. Después de este pico, la estrella entra en un período de menor intensidad que va recuperando hasta el siguiente cénit.

Poder predecir con más o menos exactitud cuándo alcanzará el Sol uno de sus picos de actividad violenta es fundamental para desarrollar estrategias que contrarresten las consecuencias nefastas para la vida en la Tierra y la tecnología humana.

Cambio de polaridad del Sol y peligros para los humanos

Además del magnetismo de las manchas solares, la estrella del Sistema Solar tiene un campo magnético dipolar, con un extremo norte y otro sur, como en la Tierra. Cada 11 años, al igual que el ciclo de las manchas solares, el campo dipolar intercambia sus extremos y cambia de fuerza.

Según ha informado la Royal Astronomical Society (RAS), un nuevo estudio científico llevado a cabo por investigadores de la India ha conseguido demostrar que el siguiente cambio de ciclo del Sol llegue a su máximo durante este año 2024.

A cuenta de esta mayor actividad magnética solar, en los últimos meses se han registrado más auroras boreales que en otros años, incluso en algunas regiones en las que no es común verlos.

Aurora Boreal en Sant Mateu
Aurora Boreal en Sant MateuAVAMET (Héctor Doménech)

Aunque al principio todo apuntaba a que se produjera en los primeros meses, parece que el margen se extiende hasta septiembre, cuando finalmente parece más probable que se produzca.

La última vez que se registró un cambio de polaridad del Sol fue en 2013, por lo que estas predicciones parecen bastante razonables si la estimación sobre el ciclo solar es correcta.