
Salud
Ni quirófano ni años de espera: el test que revoluciona el diagnóstico de la endometriosis
Una nueva prueba no invasiva, desarrollada en Cataluña, promete diagnosticar la endometriosis en semanas a partir de la sangre menstrual, poniendo fin a un calvario de años de espera y cirugías para miles de mujeres

Para muchas mujeres, recibir un diagnóstico de endometriosis supone el final de un auténtico calvario diagnóstico que puede prolongarse entre siete y diez años. Una década de incertidumbre, dolor y visitas médicas que, hasta ahora, culminaba de forma ineludible en un quirófano. La única manera de confirmar la enfermedad era mediante una laparoscopia, una intervención quirúrgica invasiva que añadía una carga física y emocional considerable a un proceso ya de por sí extenuante.
Frente a este panorama, un avance científico promete cambiar las reglas del juego de forma radical. Se trata de un nuevo método molecular que elimina por completo la cirugía como paso necesario para la confirmación. La innovación se basa en algo tan sencillo como un análisis de sangre menstrual, una muestra biológica que permite obtener respuestas fiables en un plazo de apenas unas semanas, poniendo fin a años de espera.
En concreto, la clave de este procedimiento reside en la capacidad de la técnica para aislar y analizar unas células muy específicas: las células madre mesenquimales (MenSC). Este proyecto, que ha sido desarrollado por la empresa endogene.bio representa un salto cualitativo en la medicina diagnóstica de esta patología crónica.
El fin de una espera de casi una década
De hecho, el modelo no es solo una promesa, sino que ya cuenta con el respaldo de un estudio clínico que demuestra una fiabilidad más que notable. En las pruebas realizadas, el método fue capaz de distinguir los casos de endometriosis con una sensibilidad del 79% y una especificidad del 83%, cifras que consolidan su potencial como una herramienta de primer nivel para los especialistas.
Por otro lado, el alcance de este avance es inmenso si se tiene en cuenta que la endometriosis afecta a millones de mujeres en todo el mundo. Se estima que entre un 10% y un 15% de la población femenina padece esta dolencia, a menudo infradiagnosticada o confundida con otras afecciones, lo que convierte la detección temprana en una prioridad sanitaria de primer orden.
En definitiva, esta innovación no solo acorta los plazos de manera drástica, sino que ofrece una mejora sustancial de su calidad de vida. Un diagnóstico precoz no solo alivia la carga psicológica de la incertidumbre, sino que permite iniciar los tratamientos adecuados mucho antes, mitigando así los efectos a largo plazo de una enfermedad que condiciona profundamente el día a día de quienes la sufren.
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