Curiosidades

¿Sabías por qué las mujeres tienen más frío que los hombres?

Aspectos como el metabolismo más lento en las mujeres, la mayor proporción de grasa corporal y la influencia hormonal contribuyen a que ellas requieran ambientes ligeramente más cálidos para mantener una temperatura corporal estable

Alergia al frío
Alergia al fríoPixabay

¿Te has preguntado alguna vez por qué en entornos con la misma temperatura las mujeres suelen sentir más frío que los hombres? Esta disparidad tiene su fundamento en una combinación de factores físicos y hormonales que afectan la capacidad del cuerpo para generar y conservar calor, según explicaciones de Boris Kingma, biofísico de la Universidad de Maastricht y coautor del estudio 'Consumo energético en edificios y demanda térmica femenina'.

El metabolismo generalmente más lento en las mujeres significa que necesitan un ambiente un poco más cálido para perder menos calor y mantener una temperatura corporal estable, señala Kingma. Uno de los factores clave es la diferencia en la composición corporal, ya que las mujeres suelen ser más pequeñas y tienen más grasa corporal en comparación con los hombres. Aunque la grasa actúa como un buen aislante, también puede limitar la transmisión de calor a la piel, lo que podría explicar por qué las mujeres a menudo sienten más frío en las extremidades, como las manos y los pies.

Además, las hormonas también juegan un papel importante, ya que los estrógenos, hormonas sexuales femeninas, pueden influir en la percepción de la temperatura corporal. Estos pueden reducir la producción de calor por parte de los músculos y favorecer la acumulación de sangre en el centro del cuerpo, alejándola de las extremidades.

Por último, factores más simples, como las elecciones de vestimenta, también pueden contribuir a la diferencia de sensación térmica. A menudo, las mujeres optan por tejidos más frescos en comparación con los hombres, quienes, en muchos casos, deben vestir trajes más cálidos, incluso en épocas de calor. En conjunto, estas variables explican por qué la sensibilidad al frío tiende a ser más pronunciada en las mujeres en diversos entornos cotidianos.